El incremento del precio de la leche en origen parece estar todavía lejos de tocar techo. A las subidas moderadas de los meses de junio y julio se suma la registrada en agosto y liquidada por la industria a los ganaderos durante la presente semana. Esta ha alcanzado máximos históricos al sobrepasar los 42 céntimos de euro por litro o, lo que es lo mismo, un 20% más que el precio que registraba hace tan sólo un mes.
Y esta escalada aún no ha terminado, puesto que se espera que la leche que se produzca en las granjas durante este mes sobrepasará, cuando se cobre, la barrera de los 50 céntimos (aunque las cotizaciones del producto aumentan o disminuyen en función de la producción individual de cada granja, de su calidad higiénico-sanitaria y de los índices de grasa y proteína del producto en crudo).
Esta cifra era absolutamente impensable hace tan sólo un año, cuando su precio en las explotaciones apenas llegaba a los 30 céntimos.
Este importante aumento de las cotizaciones ha llevado a muchas organizaciones agrarias a pedir cautela a los ganaderos en su planificación, en un intento de buscar estabilidad para un sector tradicionalmente inseguro. «Agora é importante ter cabeza e buscar unha estabilidade de prezos a medio e longo prazo -matiza Manuel Bouzas Barbazán, secretario general de la Federación de Productores Lácteos (Feplac)-, pois o momento actual non vai durar indefinidamente».
Bouzas aconseja a las explotaciones que opten por aligerar sus deudas y no por intentar aumentar la producción a toda costa. «De nada serve producir o dobre se o prezo non se mantén en cifras razoables nos vindeiros meses».
Bouzas Barbazán augura que los precios seguirán su tendencia al alza hasta al menos los comienzos del próximo verano. «É posible que se rexistren pequenas baixadas en febreiro ou marzo debido á entrada de leite francés, pois nestes meses eles rexistran os seus maiores picos de produción, aínda que a situación no continente fai pensar que as cotizacións conservaranse moderadamente boas ata polo menos o mes de xuño».
Tras los resultados de la pasada campaña, en la que la producción de España cayó más de un 3%, muchas explotaciones se han planteado acogerse al plan de abandono que en breve pondrá en marcha Agricultura.