Tras meses de negociaciones y espera, ayer por fin llegó el gran día. La selección española de balonmano llegaba a Lalín para preparar y disputar el primero de sus compromisos de la fase clasificatoria para el Europeo de 2012 que se disputará en Serbia. Sobre la una del medio día la expedición que comanda Valero Rivera ponía pie en la comarca dezana, concretamente en el hotel silledense en el que se alojará hasta el viernes por la mañana, fecha en la que partirán rumbo a Rumanía, donde juegan el domingo.
Tras acomodarse y reponer fuerzas, a las seis y media de la tarde el combinado español llegaba a la capital de la comarca de Deza. El Lalín Arena, la pista en la que mañana a las 20.30 horas se medirá a Lituania, esperaba a los internacionales españoles con expectación en las gradas. Y es que buena parte de la cantera del Balonmán Lalín no quiso perderse la sesión de entrenamiento del combinado estatal, que trabajó desde las seis y media hasta casi las ocho y cuarto, cumpliendo así el cuadrante de entrenamientos establecido con anterioridad.
Tras la sesión de trabajo a las órdenes de Rivera y su equipo, llegó el momento esperado por las promesas del balonmano local, que tuvieron la oportunidad de sacarse fotos y conseguir los autógrafos de sus ídolos.
Tras recoger los bártulos el combinado estatal, llegó el turno de la selección lituana, que ya con el graderío del Lalín Arena vacío, trabajó hasta superadas las nueve de la noche. El entrenamiento del combinado lituano llegaba tras un día más que complicado para la selección que dirige Gintaras Savukynas. Los jugadores llegaron a cuenta gotas a lo largo de la tarde, y en el caso de Andrius Rackauskas y Mindaugas Andriuskas, todavía se les espera para hoy, después de haber tenido complicaciones con sus vuelos.. El cuadro lituano se encontró además a última hora con la baja de Valdas Novickis.