El campanu volvió a irse a Asturias

La Voz

DEZA

Pedro Pablo Méndez pescó hacia las 16 horas el primer salmón de la temporada en el Ulla, que pesó 4,322 kilos, junto al Penedo Redondo del coto de Ximonde

02 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Estaba para él: fue su primera incursión en las aguas del Ulla, y fue llegar y besar el santo. Como una premonición, Pedro Pablo Méndez Vázquez obtuvo en el sorteo el número 1, y eligió coto: Ximonde, el que da la gran mayoría de salmones, donde también obtuvieron coto correlativo su mujer y su hija. Méndez estaba a primerísima hora de la mañana en el río, pero el primer salmón de la temporada hizo esperar al pescador asturiano, neófito en el Ulla pero conocedor de otros cauces prolíficos en salmónidos, como el Navia, el Eo o el Esva. Eran las cuatro de la tarde, cuando su lanzamiento con cebo natural -«quisquilla y lombriz», puntualiza- dio su fruto: las aguas de un Ulla que por la mañana vio un poco alto de caudal, aunque por la tarde fue bajando, ofrecieron la primera pieza de la temporada, que pesó 4,322 kilos. Fue en la zona próxima al Penedo Redondo, en el coto de Ximonde que cada año justifica con salmones las razones por las que es el más deseado por los pescadores.

La talla del campanu del 2010 en el Ulla es superior al del pasado año: se había ido también para Asturias, en la caña de Leoncio Fernández; habían sido 3,5 kilos de peso, pero a cambio fue mucho más madrugador, ya que a las 8.30 de la mañana ya había sido capturado. Al igual que Méndez, también había sacado el número 1 en el sorteo de cotos.

Pedro Pablo Méndez viajó hasta el río Ulla desde Villacondide, en el concejo costero de Coaña, próximo a Castropol y Ribadeo, en la cuenca del Navia. Méndez ya sabía lo que es pescar salmones en Asturias, y ahora, también en Galicia.

Una de las diferencias entre ambas comunidades es que las habituales pujas por hacerse con el campanu en la comunidad asturiana están prohibidas en Galicia, donde la legislación impide comercializar las especies piscícolas: ayer, el capturado en Salas, de 6,2 kilos, alcanzó un precio de 10.000 euros pagados por la sidrería Casa Parrondo, de Madrid. Del primer salmón del Ulla, sin embargo, Méndez Vázquez señalaba que dará buena cuenta de él en compañía de sus amigos.

Ejemplar salvaje

La pieza pescada en Ximonde era un salmón salvaje, que se distingue de los de repoblación en que conserva su aleta adiposa. Una vez se pesca el salmón, agentes forestales o vigilantes de recursos naturales proceden al guiado del ejemplar: se mide su longitud, se pesa, se le extraen escamas y sangre, y se efectúa la guía con su correspondiente número; se entregan guías al pescador, a la Dirección Xeral de Conservación da Natureza y al Servicio Provincial. Es la labor de control necesaria para seguir adelante con la repoblación del río Ulla, que ha ido recuperando su población de salmónidos pese a que ayer fue menos generoso que el pasado año: entonces, a las 12.45 horas se habían retirado ya cuatro salmones, y por la tarde un quinto.

Ayer, el campanu solo se vio precedido por un reo a las 9.30 horas, de 42 centímetros de longitud, pescado en las aguas del generoso Ximonde también por Méndez Vázquez.