Una de cal, y otra de arena. A falta de tres semanas para el inicio de la temporada de Liga en Nacional, el Balonmán Lalín se ha encontrado con una noticia buena, y otra mala. La buena pasa por el retorno de Pincho al trabajo tras casi dos semanas de parón; la mala es que Josiño toma el testigo de su compañero, y deberá guardar reposo estos días.
Ayer mismo Pincho conocía los resultados de la resonancia a la que se sometió la semana pasada para conocer el alcance de las molestias que arrastraba. Según explicó el jugador, la prueba no ha detectado nada grave, y las molestias se deben a una inflamación de las inserciones de los músculos del pubis, unas molestias que exigirán la ingesta de antiinflamatorios y de las que deberá estar pendiente el jugador, pero que no revisten gravedad. Pincho tenía previsto regresar ya al entrenamiento con sus compañeros, y según indicó, solo deberá controlar que las molestias no vayan a más.
En el caso de Josiño, el extremo está pendiente de someterse esta semana a una nueva ecografía que dilucide el origen de sus molestias. Según explicó el jugador, la ecografía a la que se sometió la semana pasada no clarificó nada, puesto que había un hematoma que no permitía adivinar el alcance de la lesión, que según barajaban desde el club, e indicó el propio jugador, podría tratarse de una rotura fibrilar.
El extremo rojinegro se mostró confiado en que el alcance de la lesión no sea grave, y en que pueda estar con sus compañeros para el arranque de la temporada. Por el momento, le toca guardar reposo a la espera de conocer el diagnóstico definitivo.
Esta semana el primer equipo del BM Lalín continuará trabajando de cara al arranque de la Liga, a la espera del próximo amistoso, que se perfila a finales de semana en casa del Viña Costeira.