El Balonmán Buda Lalín regaló ayer dos puntos al Porriño en su visita al Municipal dezano. El colista de la Liga se adjudicó un triunfo muy valioso gracias a saber aprovechar los errores y el desconcierto local en un partido que el Buda tuvo ganando hasta el minuto 18 de la segunda mitad.
La derrota del equipo de Javier Barrios se fraguó en el segundo tiempo del partido, y tras una primera mitad en la que el conjunto rojinegro se mostró sereno y sobrio en su juego. Tras unos compases iniciales algo perdidos y que permitieron al Porriño adelantarse en el marcador, el Buda ajustó la defensa y firmó una buena primera mitad. La férrea retaguardia de los rojinegros se reforzó con un soberbio Pablo Pedreira bajo los palos, que firmó un gran número de paradas que merecieron el aplauso de los aficionados que acudieron al pabellón.
En el aspecto ofensivo, el Buda tuvo en Josiño a su mejor valedor, y aunque al equipo le costaba colar el balón en la meta visitante, no tuvo excesivas complicaciones para adelantarse en el marcador. Mientras, el Porriño, intentaba sin mucho éxito cruzar la defensa dezana y batir a Pablo, al tiempo que procuraba sacar algún rédito de los errores del Lalín.
Al descanso, el marcador dibujaba un 12-9 que dejaba buenas sensaciones entre los locales, y que continuó ampliándose nada más arrancar el segundo tiempo. El Lalín reforzó su confianza, y firmó sucesivos tantos que llegaron a situar un 17-11 en el marcador en el minuto 9. A partir de ahí, y tras una exclusión de Jorge, el Lalín sufrió un vuelco. Los rojinegros cayeron en errores ya conocidos como pérdidas de balones, precipitación y fallos en lanzamiento, y minuto tras minuto vieron como el Porriño convertía en goles cada uno de los fallos dezanos, espoleados por algunas decisiones arbitrales algo discutidas.
Con el Buda en picado y el Porriño recuperándose y explotando lo que parecía una posibilidad de victoria, Barrios se resistió a pedir tiempo muerto hasta el minuto 21, justo después de que el Porriño se adelantase 20-21 en el marcador.
Con el equipo nervioso y el cronómetro bajando, el Buda intentó con más corazón que cabeza recuperar la diferencia, pero cada ataque lalinenses finalizaba en error que el Porriño convertía en gol visitante. Los últimos goles de los de Modesto llegaron ya en el último minuto y con el Buda sabiéndose derrotado.
Valoración
Tras el partido, Barrios destacó que el Buda había pecado de precipitación y no había sabido conservar el partido. Dijo que el Porriño se encontró con una situación favorable que aprovechó bien, y añadió que es necesario tener confianza, puesto que el equipo trabaja bien y los resultados llegarán.