Rodeiro completó ayer el homenaje al aviador Gumersindo Areán, nacido en la parroquia de Pedroso, y figura destacada dentro de la aeronáutica española. Familiares, personas ligadas a su vida, los miembros de la corporación local y vecinos participaron en el acto celebrado para descubrir el monolito y la placa que da su nombre a la calle que parte de la PO-533 y discurre por junto a las piscinas. De esta forma, se materializa el anuncio realizado el pasado 5 de enero cuando ya se había recordado la figura de Areán con una placa en su casa natal como «aviador militar heroico» y celebrado unas conferencias sobre su figura en Rodeiro.
Uno de los momentos más esperados fue la exhibición aérea por parte de la Patrulla Acrobática de España Águila. Los siete aviones sobrevolaron la calle que desde ayer lleva el nombre de Avenida Aviador Gumersindo Areán en dos ocasiones a las 13.30 horas. Antes, por dos veces, y a mayor distancia, los participantes en el acto ya habían podido ver el paso de los aviones del Ejército del Aire realizar maniobras. La presencia de la patrulla Águila se adelantó media hora sobre lo previsto. El coordinador del acto y presidente de la Fundación Vento de Cola, Emiliano García Méijome, destacó la asistencia de manera altruista de esta patrulla que horas antes había estado en un acto en Bailén y, tras repostar en Getafe, se dirigieron a Rodeiro para el acto para proseguir luego viaje a Vigo.
La actividad del homenaje había comenzado con la firma en el libro del Concello de representantes de la familia, así como el hijo del que fuera su compañero Isidoro Jiménez, Ángel; y el presidente de la Asociación de Aviadores de la República, Gregorio Gutiérrez. El alcalde de Rodeiro, Manuel Salgado, destacó la jornada de ayer como «un día enorme». Apuntó que los actos tenían el doble objetivo de homenajear a Gumersindo Areán y también servir para divulgar la figura de «este valente aviador». También se volvió a colocar, al igual que en enero, una muestra sobre su figura en el Museo Lamazares.
Historia de la aviación
Pasadas la una de la tarde, las sobrinas del aviador, Edelmira y Elisa Areán, fueron las encargadas de destapar el monolito y la placa en su honor. Posteriormente, Roberto Pando, realizó un pequeño repaso por su figura destacando que «fue una grandísima persona que se ganó el respeto de todos los que compartieron con él». Indicó que su deseo es que el reconocimiento de ayer sirva «para cerrar la herida de una guerra» e incidió que no estaban «para reivindicar la República (bando por el que luchó Areán), sino la historia de la aviación». También intervinieron Ángel Jiménez, que conoció a Areán de pequeño, Gregorio Gutiérrez, y el piloto Hipólito Barbeito, que recibieron placas de agradecimiento. También fueron agasajados el Capitán de la Guardia Civil, Antonio Sánchez, y el coronel Kindelán, del Ejército del Aire.