Aunque por parte de la Diputación nunca se dio a conocer una evaluación oficial, fuentes laborales estiman que unos 350 funcionarios (de un total de 615) y 80 laborales (de un total de 300) de la Diputación estaban en la lista de transferibles a la Xunta, sempre que se llevara a cabo el traspaso de todos los centros que salieron a relucir durante meses para entrar en la operación.
Entre estos centros figuraba la Ciudad Infantil Príncipe Felipe, la estación Fitopatológica do Areeiro, el Centro de Vacaciones A Lanzada, la finca experimental de Mouriscade (Lalín), el Castillo de Soutomaior y su finca, la Escuela de Enfermería.
La decisión de cancelar el proceso fue comunicada anoche por el gobierno provincial a representantes sindicales. Xosé Ramón Piñeiro, secretario de la sección sindical de CC.OO., señaló tras conocer lo sucedido que «la parte de la Xunta gestionada por el PSOE no estaba dispuesta a ceder determinadas competencias con rentabilidad política» como la red de carreteras secundarias que en algún momento propuso asumir la Diputación.
Una estrategia
Señaló igualmente que el gobierno provincial «nunca estuvo dispuesto a hacer una a hacer una verdadera cesión de algún centro». En su opinión, ofreció transferencias a la Xunta para como «estrategia» para «dar a conocer la Diputación y para tratar de aumentar lo que recibe en los convenios».
«El BNG era en esta situación el listo de la película: no tenía nada que dar y lo único que iba a hacer era recibir ya que casi todos los centros dependerían de los nacionalistas», comentó el representante sindical. «Solventaban un problema al BNG, pero le creaban un problema al PSOE», señaló.