Un almanaque con corazón

DEZA

Los dibujos de labores del campo de un grupo de mujeres de la residencia de As Dores de Lalín ilustran un calendario

30 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Dina Granja Pichel, de 86 años, y natural de Lalín ilustra el mes de enero y el de octubre. Un dibujo de Lina María Iglesias Rodríguez, que nació en 1919 en Vigo y falleció el pasado mes de marzo ocupa el lugar del mes de febrero. Unos árboles con hojas de Carmen Vázquez Vilas de 66 años y de Arzúa ilustran marzo.

El amarillo inunda la obra de Laura Alonso Sobral, de 96 años y de Mondariz, que se pintó a sí misma sembrando maíz. Es el mes de abril.

Marujita Varela Villamarín, de 77 años, de Buenos Aires, aporta las obras de mayo y de agosto, que muestra la playa de Bueu. Josefina Ferro Fuentes, de 79 años, y natural de la parroquia lalinense de Catasós, rememora las hogueras de San Xoán nos Carballiños, en el lugar de Ermida, para el mes de junio y los castaños e higueras para el, es de septiembre.

Una yegua preñada, dibujada por Pura Lois Negro, de 83 años y de Donramiro, anuncia el mes de julio. Castañas, uvas y cerdo son los motivos de la obra de la lalinense Raquel Jácome Ferreiro, de 78 años, para el mes de noviembre, mientras que el protagonista de diciembre son las matanzas recreadas por María Villanueva Tolmar, natural de Madriñán, y que cuenta con 87 años.

El proyecto fue realizado en la residencia de As Dores de Lalín en colaboración con la taberna Maceira de Madrí. Una iniciativa que se inició en los últimos años del 2006 y se prolongó durante todo el año 2007.

En total fueron 119 días en los que se incluyen el tiempo dedicado a la ideación del proyecto, la presentación y propuesta a los residentes, las rememoraciones en grupo y la realización de los dibujos, entre otras tareas.

Se trataba de rememorar las labores del agro y de la casa propias de cada uno de los doce meses del año. Un trabajo realizado con el corazón por un grupo de residentes que plasmaron sus recuerdos en este almanaque diseñado por Mario Lamazares y Nico Alvarellos.

Una labor realizada por los residentes de la mano de Celso Fernández Sanmartín que abandona el centro a final de mes. En los talleres cada uno de los participantes tuvo una total libertad artística para pintar, investigar su capacidad expresiva y pensar sobre el valor artístico personal y compartido de su obra.

El día 31, la residencia das Dores será escenario de una nueva actividad. En este caso un concierto ofrecido por Carlos Quintá, que tocará el acordeón diatónico, y Benjamín el oboe. La actuación tendrá lugar a partir de las 17 horas.