Xisco y Riki acapararon todas las miradas en el entrenamiento de ayer. Los dos delanteros, al igual que Bruno Gama y Colotto, habían acortado sus vacaciones navideñas para poder incorporarse sin problemas al ritmo de sus compañeros.
Especialmente atentos se les vio a los técnicos con Xisco, quien completó el entrenamiento cansado por el esfuerzo, pero feliz por haber dado un paso más en su vuelta a los terrenos de juego. El balear, quien apenas ha podido debutar con el Dépor debido a una cadena de lesiones, aspira a ponerse en forma cuanto antes y aprovechar al máximo este tramo decisivo del campeonato.
También Riki se ejercitó junto a sus compañeros y volvió a lucir las mallas de neopreno que le permiten mantener a temperatura más alta sus músculos, lo que reduce sus posibilidades de sufrir una nueva rotura muscular. El madrileño se perdió el último partido del 2011, la vuelta de Copa contra el Levante, en el que iba a ser titular, debido a molestias en su cadera derecha, pero una vez examinado en A Coruña el problema se quedó en un cuadro de irritación articular.
Así, solo Morel se ejercitó al margen de sus compañeros junto a un recuperador del club antes de retirarse a los vestuarios. El lateral paraguayo había sufrido una rotura fibrilar en la cadera izquierda en el último entrenamiento en el entrenamiento anterior al derbi contra el Celta, a mediados del pasado mes de noviembre. Aunque había vuelto a trabajar junto a sus compañeros a partir de la segunda semana de diciembre, en las últimos sesiones previas a las vacaciones había rebajado la intensidad. Manuel Pablo, quien se lesionó en Valencia, se entrenó en el gimnasio.
El Dépor regresa a las diez y media de esta mañana al trabajo en Abegondo.