Viva la revolución

Juan Villar

DEPORTES

26 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Celta salvó un punto dentro del caos. Tras los cambios de Paco Herrera y el gol del Valladolid, los celestes demostraron que tienen dinamita para revolucionar un partido cuando las cosas se tuercen. Durante los veinte minutos finales el equipo vigués fue un huracán de fútbol ofensivo y ocasiones desperdiciadas. Orellana salvó in extremis una nueva derrota en Balaídos.

Saber que en el equipo hay armas para irse al abordaje en situaciones de necesidad es bueno. Utilizarlo como filosofía de existencia puede ser peligroso. Las revoluciones siempre dejan víctimas por el camino. Unas veces puedes conseguir que la víctima sea el rival, pero también se corre le riego de sufrirla en las propias carnes. Las revoluciones equilibradas son las que en una competición tan larga como esta liga acaban dando mejores frutos.