Iván Carril ya saborea en Galicia la Copa de Austria

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

El centrocampista de Boqueixón renovó con el Ried, cuarto en la Liga

08 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Solo un año después de abandonar el Pontevedra para jugar en el austríaco Ried (equipo de una ciudad con los mismos habitantes que A Pobra do Caramiñal), el santiagués Iván Carril levantó la Copa y logró que su equipo dispute la próxima Liga Europa. El Ried pudo, de la mano del gallego, plantar cara a los grandes de la Bundesliga austríaca y desplazó al Rapid de Viena de la cuarta posición en la clasificación liguera.

«Fue estupendo, desde el primer momento me sentí bien y la adaptación fue más sencilla de lo esperado», relata Iván Carril, que estrena matrimonio. «La verdad es que llegué ilusionado, pero con respeto, con dudas, pero las cosas fueron tan bien que no lo dudé cuando me ofrecieron la renovación», añade. El de Boqueixón firmó inicialmente con el Josko Ried por una temporada con opción a otra, pero aseguró su presencia en Austria por dos cursos más. «Hemos generado unas expectativas muy amplias y va a ser complicado mantener el nivel, porque el Ried es un equipo humilde», aventura.

Carril rompió en el país alpino su mala racha con las lesiones. «Lo jugué todo, salvo un partido que cumplí por ciclo de amonestaciones y otros pocos que me perdí por una pequeña rotura muscular», recuerda. Una decena de goles adornan su hoja de servicios en la diáspora.

Deportivo y Pontevedra

A pesar de la distancia, Iván Carril no dejó de seguir el fútbol gallego. Por eso, se muestra muy crítico con los descensos del Deportivo y del Pontevedra. «Tengo muy buenos amigos en A Coruña y me da pena, pero conozco bien el Deportivo y cómo se trabaja en el club y mientras haya ciertas personas ahí y se sigan haciendo las cosas de la misma manera es muy complicado que todo vaya como tiene que ir», dice. «El descenso se veía venir. Año tras año, coqueteaba con él y aunque no es el Súper Dépor, no es equipo para salvarse cada año en la última jornada», añade.

«En enero, los directivos del Pontevedra desmantelaron el equipo y, al final, para descender. Con ese campo y esa afición, jugar en Tercera...», concluye.