El Barça dominó, pero sufrió un terrible bajón físico y deberá levantar el cruce en el Camp Nou
17 feb 2011 . Actualizado a las 16:49 h.Ha llegado el bache del Barça. El momento de apretar los dientes que todo equipo sufre a lo largo de una temporada. El enero negro del Real Madrid se está viviendo con un mes de retraso en territorio culé, donde varios jugadores empiezan a dar señales de fatiga. Ayer lo demostraron en el Emirates emborronando una gran primera parte con unos últimos minutos calamitosos en los que el 2-1 fue un mal menor. Y eso que el cuento tenía una pinta fenomenal.
Hubo una vez mucho Arsenal antes de Wenger. Todavía faltaba una década para que el francés se mudara a Londres y George Graham ya vivía su propia época dorada con los gunners. Lo hacía como ideólogo de una zaga famosa en la que Adams, Dixon, Winterburn y Bould daban clases magistrales sobre el fuera de juego. Aquellos cuatro escribieron unas cuantas líneas en los libros de historia del fútbol. Textos que nunca leyeron Clichy, Koscielny, Djorou y Eboue. Componentes de una defensa que ayer hizo temblar al Emirates y regaló ocasiones de todos los colores a un Barça encantado con la estrategia rival.
El actual Arsenal se las da de réplica del grupo de Guardiola. Y hace un fútbol cantidad de divertido, lleno de toques de calidad y con clara vocación ofensiva. Pero a Wenger le falta un ingrediente clave del éxito culé: la voracidad defensiva.
Con el balón en sus pies, el Barça combinó a placer. Ni siquiera hizo falta que dos de las piezas clave en el esquema tuvieran su día. Iniesta estuvo impreciso y a Messi le faltó definición. Pero tampoco tuvo demasiada importancia. Nadie importunó a Xavi o a Busquets en sus labores creativas y siempre había un defensa dispuesto a equivocarse al dar el paso adelante para convertir la situación de los delanteros visitantes en posición legal. La primera parte pudo haber dejado sentenciado el cruce si Messi hubiera acertado en un sencillo mano a mano o el juez de línea no hubiera anulado un tanto legal del argentino, que arrancó por detrás del balón. Tampoco estuvo acertado Pedro, que estrelló un taconazo en el meta local.
Entre unas cosas y otras, solo Villa pudo dar ventaja a los suyos. El asturiano se sirvió de un inteligente pase entre líneas de La Pulga para encarar a Szczesny y batirle por bajo. Clichy se había encargado de deshacer el fuera de juego, enganchado un par de metros por detrás de sus compañeros.
Juego a la contra
El Arsenal también tuvo sus ocasiones durante esos primeros 45 minutos de un duelo bonito, pero en el que el fútbol no alcanzó el nivel de la edición de este mismo encuentro en la temporada pasada. Wenger prefirió esta vez el recurso de las contras, bien dirigidas por Wilshere y Cesc y sostenidas por la velocidad de Walcott y la pegada de Van Persie. El holandés se estrelló en Valdés antes del descanso, pero supo resarcirse después.
Lo consiguió en una segunda mitad menor en juego pero bien surtida de ocasiones. Tuvo una clarísima Messi y unas cuantas los dueños del Emirates, que derrocharon un puñado antes de acertar. Los de Guardiola se fueron diluyendo y llegó un momento en el que Abidal no dio para más. El francés enmendó unos cuantos errores de un desnortado Piqué, pero no estaba cerca cuando Van Persie aprovechó la mala ubicación de Valdés para batirlo casi sin ángulo. El tanto brindó alas al Arsenal, que se puso en ventaja en su enésima contra (rematada por Arshavin) y tuvo ocasiones de sobra para hacer sangre. Pero el Barça recibió el indulto y llegará muy vivo al Camp Nou.
Goles: 0-1, min 26, Villa. 1-1, min 79, Van Persie. 2-1, min 83, Arshavin.
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Mostró cartulinas amarillas a Song, Nasri, Iniesta, Piqué y Van Persie.
Incidencias: Ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. Lleno en el Emirates Stadium de Londres.
Szczesny; Eboué, Djourou, Koscielny, Clichy; Song (Arshavin, min 69), Wilshere; Walcott (Bendtner, min 77), Cesc Fàbregas, Nasri; y Van Persie
Valdés; Dani Alves, Piqué, Abidal, Maxwell; Sergio Busquets, Xavi, Iniesta (Adriano, min 89); Pedro, Villa (Keita, min 68) y Messi