El previsible ocaso dorado de Raúl

F. P. REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

Asiste, incapaz de marcar un gol oficial, al peor inicio de temporada de un equipo en la Bundesliga, y en Alemania lo describen como «un cuerpo extraño sobre el césped»

21 sep 2010 . Actualizado a las 03:49 h.

Cuando un futbolista de treinta y tres años que ha cobrado una media de siete millones de euros en los últimos años abandona el club más laureado de su país justo cuando su selección gana la Copa del Mundo solo para enrolarse en el eterno segundón de otra Liga, evidencia claros síntomas de negación de la realidad. En su decepcionante ocaso en el Schalke alemán, el ex capitán madridista Raúl González escarba en las miserias del fútbol igualando los peores números no solo del club de Gelsenkirchen en sus 104 años de vida, sino de toda la historia de la Bundesliga.

Todos pierden en un negocio en el que solo el delantero madrileño gana, ya que no ha renunciado a un ápice de sus emolumentos y ha obligado al Schalke y al Real Madrid a llegar a un acuerdo para abonarle, entre ambos, su salario.

Media docena de partidos oficiales desde su llegada y Raúl ha asistido, incapaz de anotar un solo gol salvo en amistosos, a cinco derrotas, cuatro de las cuales sitúan a su equipo como el peor de la Bundesliga. La única victoria aconteció en la primera ronda de Copa, contra el VfR Aalen de Tercera División. Y Raúl no jugó.

Con ese bagaje, la prensa sensacionalista alemana no tardó en burlarse del Schalke y señalar al ex madridista por aquel momento en el que anunció que Huntelaar y él causarían «furor» en Alemania. El Schalke se empeora a sí mismo y ha hecho lo mismo que en la temporada 1987-1988: perder en el inicio de la Liga contra el Hamburgo y Hannover. Aquella temporada, también había fichado a una vieja gloria venida a menos, el guardameta Harald Schumacher. Fue colista al final del campeonato. En la actual, sumó dos derrotas más y espera al recién ascendido Friburgo, que disfruta de la mejor racha inicial de su historia.

Las agencias alemanas de información describen a Raúl por sus actuaciones como «un cuerpo extraño sobre el césped». Su actual etapa en Alemania destruye toda posibilidad de sembrar un buen recuerdo en la mente de los que fueron sus seguidores. Además, ya han aparecido críticas hacia el entrenador Felix Magath por mantenerlo en el equipo. El broche alemán es el peor que podría haber puesto Raúl a una carrera que ya estaba en claro declive cuando firmó su contrato con el club de la cuenca del Ruhr.

De hecho, las informaciones acerca de sus supuestas actitudes dentro del vestuario tanto de la selección como del Real Madrid mancharon en cierto modo su hoja de servicios. Hace unos días, su ex entrenador en el equipo blanco, Bernd Schuster, lo acusó de vetar el fichaje de David Villa por el Real Madrid. Y unas semanas antes, el ex seleccionador español y campeón de la Eurocopa del año 2008, Luis Aragonés, había revelado públicamente: «Llegó un momento en el que la selección le venía grande y hubo que hacer cosas por el bien del fútbol español». Ese episodio sucedió hace cuatro años.

Su rendimiento irregular desde la temporada 2003-2004 facilitó la decisión de Luis Aragonés, pero también la del actual técnico madridista José Mourinho, que decidió no contar con él ni con Guti para esta temporada.

Guti también optó por un epílogo menor, se fue al Besiktas turco. Pero al menos, de vez en cuando, marca goles.