Casi una veintena de futbolistas decidieron dejar Galicia para probar fortuna lejos de España

La Voz REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

13 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Fútbol gallego en la diáspora. Casi una veintena de futbolistas se han visto obligados a sobrevivir en el fútbol lejos de la tierra de la que son oriundos. Los de Roberto Losada y Dani Cancela son los dos últimos ejemplos de una situación cada vez más habitual y que era extraña algunos años atrás.

Si a mediados del siglo pasado, el fútbol gallego alimentaba a los clubes de todas las latitudes, unas décadas de letargo migratorio dieron pie al regreso al pasado. El Chino Losada y Dani Cancela han ido más lejos que el resto de sus compatriotas y jugarán en un equipo chino.

Más cerca se han marchado los hermanos Carril, que se decidieron por el fútbol austríaco. Jonathan fue la avanzadilla familiar (fichó hace un año por el Grodig) y transmitió a Iván sus buenas sensaciones por el fútbol centroeuropeo (firmó con el Ried).

Chipre, Bulgaria, Hungría

Al igual que Losada-Cancela y los hermanos Carril, se fueron en pareja Iago Bouzón y Víctor Espasandín. El Omonia de Chipre los fichó para intentar dejar huella en competición europea mezclado entre los grandes del continente.

El fisterrán Pesca juega para el Botev Plovdiv de Bulgaria y el arousano Pablo Coira renovó su contrato con el mítico Honved húngaro por una temporada más tras salvarlo del descenso. Rodrigo Moreno está en el Benfica portugués, Míchel Salgado apura los últimos tramos de su carrera en el Blackburn de Inglaterra, donde Pablo Couñago viste la camiseta del Ipswich.

A mayores, hay dos gallegos en los Países Bajos: el mundialista con Uruguay Nicolás Lodeiro (Ajax) y Gonzalo García (del Venlo). Y cuatro más en Suiza. Se trata de Carlos Varela (Neuchatel), Gerardo Seoane (Lucerna), Ricardo Cabanas (Grasshopper) y Ricardo Rodríguez (Zúrich).