Pontevedra y Alcorcón se enfrentan esta tarde en Pasarón a situaciones completamente contrapuestas. Mientras los granates llegan pletóricos de moral después de un esprint final espectacular, los amarillos disfrutaron de una gran temporada, empañada en el último mes de competición. Dos psicólogos deportivos como Joaquín Dosil y Juancho Armental analizan los diferentes puntos de mentalización que deben trabajar los entrenadores Pablo Alfaro y Anquela con sus jugadores.
El Alcorcón rozó la excelencia durante los ocho primeros meses de campeonato. La gesta del Real Madrid en Copa y el brillante campeonato obtenido en el grupo 2 de Segunda B, le permitió afrontar con tranquilidad las últimas jornadas de Liga regular. Relajación que les llevó a perder cuatro de los siete últimos partidos disputados y caer en la promoción directa de ascenso ante el Granada.
«El Alcorcón sufre el hecho de que ha ganado la plaza de luchar por el ascenso rápidamente. Los jugadores estaban más relajados y se pierde el ritmo del juego, esa tensión que lleva a competir hasta el final», analiza Joaquín Dosil. «Cuando un equipo logra un objetivo tan potente como eliminar al Madrid, tiene un efecto contrario en relación al rendimiento. Te subes a una nube en donde es todo positivo y luego cuesta volver a la dinámica de la Liga», añade.
Todo lo contrario le sucede al Pontevedra. Superó una delicada situación clasificatoria durante el primer tramo de campeonato que desembocó en la destitución de su entrenador Roberto Aguirre. Con Pablo Alfaro salió de la parte baja de la tabla y se clasificó in extremis para la fase de ascenso con un épico partido en Mendizorroza. Heroico también fue ganar la primera ronda contra el Oviedo, superando adversidades arbitrales.
«Cuando hay temporadas tan complicadas, este tipo de problemas o te hacen más fuerte o más débil. Fue lo primero y en este momento llegan con una gran fortaleza mental», analiza Dosil. «La clave a nivel mental en estas eliminatorias está en la gestión de la presión. El que logre centrarse más en el juego será el que salga airoso».
Juancho Armental coincide con su compañero a la hora de darle importancia a la trayectoria de Alcorcón y Pontevedra. «Si tuviéramos que establecer una fórmula de la autoconfianza se compondría de tres factores: el historial de últimos resultados cosechados, que si son buenos sube; el trabajo, que es la percepción que tiene cada equipo sobre la labor realizada, y la percepción del talento individual, si un equipo sabe que lo tiene puede sacar el partido adelante por encima del juego. El 60% de la confianza se explica en el historial de resultados. Al final, el estado de ánimo es un tema de creencias», señala Armental. En el fondo es una cuestión de confianza.