El ex médico del Xacobeo se encierra en la Xunta para denunciar impagos

M. Ferreiro? / ?B. G. Rielo

DEPORTES

Dice que el equipo le adeuda ocho meses de salario y critica que lo cambiaran por un doctor «de mala reputación»

30 abr 2010 . Actualizado a las 13:10 h.

El ex médico del equipo ciclista Xacobeo Galicia, Xoán Manuel Rodríguez Bastida, inició inició ayer un encierro en las instalaciones de la Secretaría Xeral para o Deporte en Santiago para reclamar a la formación el salario correspondiente a ocho meses de trabajo. El doctor insiste en que «no ha habido negociaciones serias con la la Fundación Ciclismo Galego para alcanzar un acuerdo a este respecto» y que, aunque el contrato que suscribió incluía el 2010, nadie le ha comunicado oficialmente que su relación laboral con el equipo autonómico ha finalizado.

«Prescindieron de mis servicios durante la última Vuelta a España. Mi contrato es de 140.000 euros por temporada. Y estoy pagando a Hacienda como si estuviera cobrando ese dinero» comenta Rodríguez Bastida. Carga especialmente contra Pedro Alfaro, gerente de la fundación, Álvaro Pino, mánager del equipo, y José Ramón Lete, secretario xeral para o Deporte, a los que considera culpables de su situación. «Nadie ha atendido mis demandas. Llevo mucho tiempo enviándoles burofaxes y no he obtenido contestación alguna. Tengo documentos que acreditan su pasividad», lamenta. Explica que inició acciones legales contra la Fundación Ciclismo Galego, pero que dio marcha atrás en un momento en el que consideró que podía producirse un acercamiento de posturas.

Sostiene que sufrió «acoso laboral por parte de Pino durante muchos meses». Recuerda también que los responsables de la formación todavía no le han explicado las razones por las que fue expulsado del Xacobeo durante la pasada Vuelta para contratar al colombiano Alberto Beltrán, doctor que fue despedido poco después por su relación con tres positivos por epo en el Liberty portugués.

En declaraciones a este periódico, Rodríguez Bastida quiso matizar las manifestaciones recogidas por la agencia Efe, en las que indicaba ser «una víctima por no consentir las prácticas de dopaje». En este sentido, negó que la formación le diera un ultimátum para que usara sustancias prohibidas. «Eso no es así. Solo digo que en la Vuelta me echaron sin previo aviso, pero de forma premeditada para traer a Beltrán. El billete de avión con el que regresé desde Cataluña se reservó antes de la carrera. Ya habían contactado con este médico antes de la ronda española y todos conocíamos su mala reputación», explica. En la polémica deja al margen a los ciclistas. «Yo siempre he defendido el comportamiento ético de los corredores y lo sigo haciendo», añade.

Al cierre de esta edición, Rodríguez Bastida tenía previsto pasar la noche en las inmediaciones del estadio de San Lázaro. «Es posible que duerma en el interior de mi coche», apunta. Pero su intención era continuar con su protesta hoy. «Ya no puedo hacer nada más», concluye.