El partido tuvo un par de actos emotivos, que se añadieron al gran ambiente de balonmano que se vivió en un Gatañal casi hasta la bandera.
Los jugadores del Cangas salieron a la cancha con una insignia de la peña Marea Azul, que le entregaron a uno de sus componentes tras el reciente fallecimiento de uno de sus miembros, Pablo Díaz, por quien se guardó un minuto de silencio.
En el descanso salió al centro de la pista el ex entrenador de los equipos Alejandro López, que atraviesa por una dura enfermedad, un cáncer de pulmón con metástasis a los huesos, que fue ovacionado durante dos minutos por una afición entregada, y que recibió de manos del ex presidente cangués, Manuel Camiña, la insignia de plata del club.
En torno al encuentro hubo además un operativo especial de seguridad porque se esperaba la posible visita del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoó, quien finalmente no acudió. Sí estuvo en el palco el Secretario Xeral para o Deporte, José Ramón Lete.