El técnico del Teucro fue insultado por varios jugadores de la cantera

Xabi Otero

DEPORTES

Modesto Augusto hablará con ellos para reprobar su comportamiento

03 feb 2010 . Actualizado a las 12:09 h.

El entrenador del Teucro, Modesto Augusto, vivió una situación insólita en el transcurso del partido de la pasada semana con el Santander en el Municipal de Pontevedra. Los jugadores de la casa, a diferencia de lo que suele ser habitual, no empujaron detrás del banquillo para impresionar al entrenador del Teucro. Todo lo contrario. Se dedicaron, siempre según sus palabras, a agasajarlo con un amplio repertorio de insultos aprovechando que el equipo estaba ofreciendo su peor cara.

«Estoy pasando la temporada más amarga y dura de mi carrera deportiva. Aún no entiendo el grado de agresividad que tuvo alguna gente contra mí y contra el equipo durante el partido con el Santander. Parece mentira que las cosas llegaran hasta el extremo de que me insultaran propios jugadores del club», explica el técnico cangués.

«No quiero destacar ningún insulto porque todos se hicieron de una manera muy despectiva. La ilusión de un chaval debe ser la de jugar en el primer equipo y no sentirse enemigo de los jugadores y cuerpo técnico que los está representando», añade.

Augusto reconoce que el suceso le «dolió especialmente porque son chavales que están en formación y todavía no tienen un criterio definido de las cosas. Su comportamiento como aficionados debe ser el mismo que cuando están en la pista. Yo no soy el más pulcro cuando me pongo el chándal y el más irascible en cuanto me lo quito».

Está decidido a hablar con ellos, «en cuanto tenga la oportunidad, para decirles que ese comportamiento no es admisible con la filosofía que se les está inculcando y que deben hacer una reflexión sobre su educación».

Además, asegura que el técnico de Territorial también ha recibido improperios «por marcharse de un partido en el minuto 45 para acudir a nuestro amistoso con el Oporto. Le llamaron de todo y eso que es habitual que se desplace con nosotros y que se encargue de su equipo el segundo entrenador. Le gritaron que su deber es estar con sus jugadores y que no tenía nada que hacer en Portugal. Es que hasta les molesta que coma un chupa-chups», recalca Modesto Augusto.

El preparador está convencido de que este hecho no es casual y tiene relación con la polémica que un grupo de padres, que formaba parte de la extinta junta gestora, mantiene con la directiva que llegó para salvar al Teucro de la desaparición. Se sintieron desplazados por los nuevos gestores del club porque su intención era seguir colaborando con la política de cantera y desde entonces las posturas parecen irreconciliables. Ni siquiera el hecho de que el equipo cerrara la primera vuelta a dos puntos del líder con un plantel de andar por casa ha servido para hacer regresar la tranquilidad.