Eusebio se jugará en Girona su última carta para evitar que lo destituyan

La Voz

VIGO

30 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La segunda visita del Celta a Montilivi en esta temporada estará marcada en rojo para Eusebio Sacristán. El técnico celeste sabe que el resultado que su equipo obtenga en este desplazamiento es que el puede desencadenar su permanencia en el banquillo celeste, o su destitución. El pucelano tiene crédito pero parece que ya le queda muy poco.

La situación clasificatoria del Celta manda por encima de las buenas sensaciones que el equipo vigués ha ofrecido ante rivales de la parte alta de la tabla. Los celestes se han situado a un partido de la permanencia después de que haya transcurrido un tercio de la competición de Liga. Además se ha producido una ruptura en puntos con la parte media de la tabla que provocan que la salida de los puestos de descenso se haya puesto más difícil para los vigueses. Diez jornadas, de las catorce disputadas, entre los cuatro últimos, son el principal motivo para que Eusebio pueda concluir su experiencia en Vigo de forma anticipada ya que su contrato expira el próximo 30 de junio.

El Celta solo ha ganado dos partidos en esta Liga. El bagaje es también muy malo en sus goles a favor, ya que es el equipo con menos gol de la categoría, ahora junto al Huesca. Además defensivamente el equipo vigués está siendo muy blando.

La gran baza de Eusebio ha sido siempre el presidente del club, Carlos Mouriño. El dirigente, un enamorado de la filosofía del Barcelona, apostó de forma ciega siempre por este entrenador. Incluso antes de la llegada de Stoichkov, el mandatario ya creía en esta posibilidad. Después de dejar que su anterior director deportivo, Ramón Martínez le aconsejara con otras opciones fallidas, el presidente céltico se decidió por el de La Seca.

En el último partido batió el récord de longevidad de un entrenador con Mouriño como presidente del Celta con 30 encuentros y superando por uno la estancia de Fernando Vázquez con el equipo en Primera. Si fuese destituido tras la cita de Girona habría sumado solo dos partidos más que el de Castrofeito.

Mouriño no regresó a Vigo

Carlos Mouriño no retornó ayer con la expedición celeste a Vigo a pesar de que acudió al partido ante el Cádiz. El presidente se quedó en Andalucía con su hijo, y con el vicepresidente Ricardo Barros. El enfado mayúsculo del dirigente pudo ser una de las cuestiones por las que prefirió no volver con la plantilla que preside.

El dirigente sí estará mañana en la reunión del Consejo de Administración del club vigués. El tema a debate parece que volverá a ser, como ha sucedido en otras ocasiones, la permanencia del entrenador en el cargo. Sin embargo, se descarta la posibilidad de que la destitución se produzca antes de la próxima jornada.