El Compostela toca fondo tras ser goleado por el Zamora

X. R.

SANTIAGO CIUDAD

02 nov 2009 . Actualizado a las 11:46 h.

El Compostela volvió a perder. Esta vez con contundencia. El equipo santiagués fue goleado en San Lázaro por el Zamora: 2-5.

Acudir a San Lázaro es un castigo. Después de ver la galáctica noche que nos ofreció el Obradoiro ante el Fuenlabrada, trabajar al día siguiente en San Lázaro es como tomarse un postre en mal estado.

Y eso es exactamente lo que parece en estos momentos el Compostela, un equipo apático, descompuesto y sin chispa. Un conjunto lleno de carencias y debilidades, repleto de incertidumbres. Este Compos, que camina con paso firme hacia Tercera, puede ser cualquier cosa menos un equipo de fútbol.

Ante el Zamora, el conjunto blanquiazul sumó la enésima decepción de la temporada. Firmó su undécima jornada sin ganar y confirmó su condición de máximo candidato al descenso. Este Compos no juega a nada.

El relevo en el banquillo no parece ser la solución. En este deporte no existe una varita mágica que pueda transformar un equipo mediocre en un conjunto galáctico. Fabiano es entrenador, no un mago. No puede hacer milagros.

Contra el Zamora, el Compos regaló el partido en dos minutos y medio. Yago estuvo a punto de inaugurar el marcador, pero su vaselina salió fuera por muy pocos centímetros. Treinta segundos después, el atacante rojiblanco no falló. Batió de tiro raso y cruzado a Pablo tras recibir una asistencia de Capi. Dos minutos después, el Zamora sentenció el desigual enfrentamiento. Marcos Guerrero anotó el segundo para los visitantes.

La sentencia

Aunque el Compos no se entregó y siguió intentando meterse en el partido con tímidos ataques, su puesta en escena fue un auténtico despropósito. Tras el segundo de los zamoranos, Adrián tuvo la oportunidad de acortar las diferencias en un par de remates. En el primero estuvo muy desacertado ante el portero Félix Campo. En el segundo, picó con la cabeza y el balón rozó el larguero.

Tras perdonar dos veces, fue el Zamora quien volvió a tomar la iniciativa. Poco después de cumplirse la primera media hora de juego, David Ferreiro se fue de su marcador y batió a Pablo con un disparo raso al segundo palo. Con el 0-3, al Compos ya se le subieron los colores.

Pese a todo, el segundo acto empezó bien para los de Fabiano. Petter transformó un penalti y dio algo más de vida a los blanquiazules. Luego, Íker se encargó de golper de nuevo el orgullo compostelanista, pero Iván respondió con el segundo de los locales. Fueron minutos vibrantes los del inicio del segundo período. Los mejores del Compos, que encerró al once visitante en su área.

Pero el pésimo juego del primer tiempo pasó factura. Los tres goles encajados en el acto inicial fueron una losa para los de Fabiano, que recibieron el quinto en una contra. Los últimos veinte minutos ya fueron para la basura.