El Compostela y el Lemona firmaron tablas en un partido con tres penaltis

FUTBOL GALLEGO

Los blanquiazules dieron una mejor imagen en un encuentro que se les hizo demasiado largo

05 oct 2009 . Actualizado a las 02:22 h.

El Compostela se encontró con un partido incómoda. Nada que no esperase ante un rival que toma pocos riesgos. El Lemona apuesta por un fútbol pragmático. Ahí están los resultados para avalarlo. Pero practica un juego áspero como la lija. Para muestra, un detalle: con empate a cero en el marcador el portero prefería ir a buscar el balón cuando salía por línea de fondo a pesar de que siempre tenía cerca a un recogepelotas presto para poner otro esférico sobre el campo.

El Lemona rara vez da más de tres pases seguidos en campo propio. El guardameta siempre opta por los pelotazos largos y la defensa tiene licencia para sacarse el balón de encima sin contemplaciones.

El Compos salió con un punto de profundidad en su juego superior al de ocasiones precedentes. En el primer cuarto de hora ya había llegado tres veces con cierto peligro al área de Alcaide, pero sin puntería.

Sin embargo, quien abrió el marcador fue el Lemona. Cholo se interpuso en un chut desde fuera del área con tan mala fortuna que el balón le tocó en el cuerpo y después en la mano. Fue tan claro el contacto como la involuntariedad del acto. El árbitro llevó el balón a los once metros y Apraiz anotó.

Cuatro minutos más tarde Rego cayó en el área cuando se disponía a rematar un centro de Iván desde la izquierda. El empujón pareció claro, pero no para González Fuertes, que mandó seguir.

El empate llegó en un rechace que cogió Iván. No estuvo fino en el control, pero sí en la rectificación para meter la puntera y sortear la salida de Alcaide. Antes del descanso, el Lemona casi hace el segundo con una falta lateral.

El Compos volvió del vestuario con más veneno. En el primer minuto gozó de un par de ocasiones y poco después Petter Rocha forzó un penalti muy protestado por el Lemona. Lo indicó el auxiliar, muy bien situado, porque el árbitro no había parado el juego. El propio Petter Rocha convirtió con solvencia.

Al verse por detrás en el marcador, el Lemona empujó un poco más, pero con los mismos argumentos. No obstante, Carlos San José movió el banquillo. Y con Goti en la banda izquierda el equipo utilizó mucho más ese costado. Catú lo acusó.

Cambios en el equipo

Baleato también movió piezas. Retiró a los dos jugadores más tocadores, Gonzalo y Petter Rocha, y dio entrada a Mariño y a Rubén, de un perfil más físico. El equipo necesitaba oxígeno después del trabajo realizado y de una semana a medio gas por la gripe.

No cambiaron excesivamente las constantes del partido, salvo porque el Lemona perseveraba con algo más de decisión. En el minuto 72, Rebollo estuvo muy cerca de hacer el segundo, pero respondió Pablo. Poco después, el Compos trenzó un contragolpe de tiralíneas y Sestelo no llegó por muy poco en el segundo palo a un centro de Jimmy.

El Compos tenía muy cerca la primera victoria, pero podría decirse aquello de que «sempre chove na casa do pobre». Ayer, en sentido figurado y literal.

Primero llegó la expulsión de Cholo por doble amarilla, en un balón largo mal contrarrestado por la cobertura blanquiazul. Y poco después vino el segundo penalti a favor de los vascos. Mariño se echó al suelo para cortar un centro al área, el balón le dio en la mano y el árbitro no dudó. Esta vez fue Gallo el que lanzó y convirtió.