Mosquera, también en Sierra Nevada

DEPORTES

13 sep 2009 . Actualizado a las 02:09 h.

Cambian las cumbres andaluzas. Y un nombre se mantiene. Ezequiel Mosquera. Volvió a «abanear a pereira», como había anticipado. En Sierra Nevada, territorio clave para la conquista de Álvaro Pino en el 86, dejó atrás a Alejandro Valverde, Iban Basso y Robert Gesink. Antes, en el Monachil, habían caído Samuel Sánchez y Cadel Evans. El primero, por su propio peso. El segundo, por un pinchazo inoportuno de lenta resolución. Valverde sigue líder. Mosquera arañó otro puñado de segundos, acabó en la segunda posición y es sexto en la general. Un botín que se antoja poco agradecido para la audacia del gallego.

«Siempre me falta algo o me sobra alguien», se lamenta el teense. En el 2008 fue Alessandro Ballan. Cuando el gallego cruzó en solitario la meta en la niebla de La Rabassa no sabía si había ganado. Pero el italiano, único superviviente de la fuga del día, ya había levantado los brazos. Ayer elevó su puño derecho David Moncoutié. Como a Mosquera, en otra etapa, en el alto de Aitana, al francés también le había faltado algo y le había sobrado Damiano Cunego, que lo superó en el último kilómetro.

El Monachil afiló Sierra Nevada. El Liquigas, que se había evaporado en el Velefique el día anterior, tomó cuerpo en las duras rampas del penúltimo puerto. Y acabó de poner la carrera en orden tras una gran escapada que amenazaba con hacer saltar la banca de la general. En esa fuga estaba David García, el mayor aventurero del Xacobeo en esta Vuelta.

«El Monachil fue infernal», confiesa Samuel Sánchez. Fue allí donde Evans y él perdieron contacto con los otros gallos. Mosquera intentó organizar a Basso, Gesink y Valverde para aumentar la ventaja con el asturiano y el australiano. No lo logró. El miedo mutuo les pudo. Sí tuvo la ayuda de García para aumentar el ritmo. «¡Para!», tuvo que gritarle a su compañero. «Entró como un jabalí y sacó de rueda a Basso», dice entre risas. Al final, el cuarto que baraja las cartas del podio se quedó solo. «Nadie tiraba a tope, nadie tomaba la iniciativa», relata el gallego. Probó Basso, «ataques de a kilo». Pero, otra vez, el que se marchó fue Mosquera. El mejor en la peor montaña.

Fuera de control

El infierno andaluz casi quema ayer a parte del pelotón con hora y media de ascensión. Los jueces repescaron a 55 corredores que llegaron a 39 minutos y 4 segundos. Entre ellos, Gustavo César Veloso, ganador en Xorret de Catí, Chente García Acosta y David Millar. Boonen y Freire se retiraron y, rumbo al Mundial, se salvaron de la quema. El averno se prolonga hoy con 157 kilómetros camino de La Pandera.