El Málaga tuvo un pichichi coruñés. Juan López Fernández, apodado Juan el Negro por el color cetrino de su piel, fue el héroe goleador del equipo malacitano en la campaña de su tercer ascenso, la 53-54. Esta tarde verá en Riazor como se enfrentan dos de los equipos de su vida, pues también formó parte de un Deportivo triunfal, el que ganó por primera vez el Teresa Herrera.
Juan nació en Pobra do Caramiñal, pero cuando tenía ocho meses su familia se trasladó a A Coruña y se asentó en el barrio del Gurugú. Destacó en equipos no federados como el Huracán o el Amanecer antes de fichar por el Orzán, del que pasó al Victoria, presidido entonces por Luis Ríos. El equipo de la Escalinata se lo vendió al Español «a cambio de cuatro o cinco balones», recuerda con precisión Juan, que el 10 de octubre cumplirá 80 años.
«El Español era como el Madrid, ganar, ganar y ganar», apunta. Ganó, en efecto, la Copa de A Coruña al Liceo de Monelos, en Riazor en 1949 ante 15.000 espectadores. Vistió después las camisetas del Vilagarcía y el Racing de Ferrol, y ahí le llegó la oportunidad de su vida. «El Deportivo no me quiso y me fui al Málaga». Al equipo entonces llamado CD Málaga. El delantero hizo 20 goles en Segunda, siete de los 21 que anotó el equipo en la promoción de ascenso, culminada con una victoria en el campo del Osasuna, entonces llamado San Juan. Toda una premonición, pues los goles visitantes los anotaron Juan Mora y el coruñés Juan, a razón de dos por cabeza. «En aquel equipo había cuatro gallegos. Seoane, Fariña, Bazán y yo», rememora.
A la campaña siguiente, la 54-55, Juan visitó Riazor como jugador malacitano. Lo marcó Zubieta: «Tenía unos muslazos espectaculares. ''Chaval, te voy a dar una hostia que vas a ver'', me decía. Pero yo no me arredraba». Nunca lo hizo: «Nadie me echó para atrás en el mundo del fútbol eso es de lo que estoy más orgulloso». Aquel Málaga descendió, y Juan fichó por el Deportivo, que estaba en Primera. Participó en el primer Teresa Herrera ganado por el equipo coruñés, 2-1 al Athletic, con Rodrigo García Vizoso en el banquillo y una delantera formada por Arsenio, Pahíño, Juan, Lechuga y Polo. Su otro momento de gloria con el club de su ciudad fue la victoria en el trofeo Concepción Arenal sobre el Racing de Ferrol en la que Juan colaboró con un tanto. Después del Dépor, el Negro se ciñó variadas camisetas de Segunda División, en España y en Portugal (Matosinhos).
Rematador prodigioso, y delantero de los que defendía los córneres cuando ningún punta lo hacía, verá esta tarde a los dos equipos de su corazón como un ilustre jubilado del balón.