Bekele hace historia con un acelerón

M. Touriño

DEPORTES

El etíope consigue su cuarto mundial consecutivo de 10.000 batiendo el récord de los campeonatos

18 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Cuarto título mundial consecutivo en el 10.000 para Kenenisa Bekele y con una exhibición. Su triunfo en Berlín, tan incontestable como esperado llegó además acompañado de récord del campeonato (26 minutos, 46 segundos y 31 décimas) en una carrera que hizo añicos el eritreo afincado en Madrid Zersenay Tadesse, que dominó la prueba hasta la última vuelta.

Hasta que Bekele decidió dar el hachazo definitivo. Lo hizo a falta de 1.500 metros y como si de un velocista al uso se tratase. Volando en los últimos metros para marcar un registro de lo más meritorio. Los dos, firmaron un segundo 5.000 de ensueño con un tiempo de 13m 05s. A lo Bolt, pero en la larga distancia.

La carrera estaba sentenciada desde antes de que los protagonistas apareciesen sobre el tartán. No estaba algún miembro destacado de su guardia pretoriana, pero a sus 27 años Kenenisa ya sabe ingeniárselas solo. Dejó hacer a Tadesse y a alguno de los keniatas con ganas de venganza y de gloria. Lo previsto.

Fue quemando etapas y lo dejó todo para un segundo cinco mil infernal en donce comenzó a doblar rivales. Entre ellos al gallego Lolo Penas y a Landassem que terminaron abandonando, mientras a Castillejo le sacaba una vuelta. Pero igual que al catalán le pasó incluso a algún keniata. Es lo que tiene compartir final con el mejor.

A falta de un kilómetro Bekele y Tadesse se fueron sin esperar a nadie en busca del único botín real. El eritreo sabía que así aseguraba la plata y la primera medalla de la historia en la distancia para su país, mientras que el etíope conseguía superar a su gran maestro Haile Gebresalassie. Ya tiene cuatro cetros universales seguidos. Nadie desde París en 2003 ha sido capaz de intimidarle. Ni en un mundial ni en unos Juegos Olímpicos. Lo suyo es tiranía pura. «Es verdad que uno está como cuatro veces más contento por ganar un título, mi cuarto seguido, pero siempre el último es el más lindo y el mejor», sentenció el hombre que surgió del antiplano.

Y eso que algunas voces decían que comenzaba a ser vulnerable, que cada vez los keniatas estaban más cerca de él y que el emperador del fondo apenas de dejaba ver por la distancia más larga de la pista.

El reto del 5.000

Pero Kenenisa no se pierde en batallas menores. Mañana mismo -hoy debe confirmarlo «no lo he decidido todavía. Tal vez lo decida mañana», comentó ayer después de ganar- debe comenzar la cuenta atrás para un reto que tiene pendiente, proclamarse también doble campeón mundial como hace un año lo había sido olímpico. Para ello debe encontrar el oro en los 5.000 metros, su zona habitual de maniobras y en donde no se ha topado un solo rival esta temporada.