Eva Arias firma la carrera de su vida

X.R. Castro

DEPORTES

La valdeorresa rebajó su mejor marca personal en 7 segundos para meterse en la final de los 3.000 obstáculos

16 ago 2009 . Actualizado a las 02:31 h.

Eva Arias fue la gran protagonista del primer día en clave española. La valdeorresa brilló en la semifinal de los 3.000 obstáculos, rebajó su mejor marca personal en siete segundos (hizo 9.25,14) y se hizo con un sitio en la final del lunes. Será protagonista de excepción en el desafío de Marta Domínguez al poder ruso y africano. «Estoy feliz, lo que he conseguido es muy difícil», resume la gallega.

La reconvertida atleta ourensana funcionó como un robot. Salió a su ritmo, a mantenerse siempre en una posición delantera y protegiendo su lugar en la cuerda, demostrando además una depurada técnica tanto en las vallas como en la ría. Aun encima, se vio beneficiada del ritmo que imprimió a la carrera la rusa Gulnara Galkina.

«Sabía que si rodaba por debajo de 9.30 tenía posibilidades de entrar en la final, en los entrenamientos iba muy rápido y sabía que podía hacerlo. A falta de una vuelta miré el reloj y vi que era posible», relató la ourensana a La Voz desde Berlín. Tan bien se encontró Eva Arias, que a los dos kilómetros se sentía en condiciones de luchar por uno de los cuatro puestos de acceso directo a la final. Su experiencia en el 1.500 e incluso su efímero paso por el 800 le auguraban un mejor final que a sus contrincantes. Pero los últimos mil metros resultaron terribles. Tiraron las favoritas y por un momento se vio relegada al sexto lugar. Sin embargo, reaccionó, recuperó una plaza y, lo más importante, pegó el acelerón que la llevó a culminar la mejor carrera de su vida en la distancia.

Nada de nervios

La gallega había sido quinta y tuvo que esperar al resultado de las otras dos semifinales para saberse clasificada. «Estuve expectante, pero en ningún momento tuve nervios. Había hecho todo lo que había podido, con marca personal incluida, y estaba ya feliz por ello». Sin embargo, la certificación de que estará en la final de mañana (20.30 horas) es un premio mayúsculo a un epílogo de temporada increíble en una modalidad que hasta hace muy poco tan solo practicaba su pareja.

Eva ni se ha parado a pensar en su papel para la final. Bastante tiene con recuperarse de la paliza. «Nunca he corrido dos carreras de estas en dos días, pero si las demás lo hacen, no voy a ser menos», reflexionó postrada en su habitación del hotel. Si llega con un mínimo de fuerzas, intentará estar lo más arriba posible y ayudar a Marta Domínguez. No tiene nada que perder. Ayer fue la gran ganadora.