Gana su Liga, pero pierde Europa

Rubén Ventureira

DEPORTES

La victoria del Valencia sitúa a los deportivistas en el séptimo puesto, a cuatro puntos de la Copa de la UEFA

31 may 2009 . Actualizado a las 13:37 h.

El Dépor empató con el Barça y, lo que es más importante, ganó su Liga. Pero perdió Europa. Lo hizo en un partido que se tomó muy en serio ante un rival en pleno proceso de descompresión del triplete. Jugaron mejor los coruñeses, que, a su nivel, también han hecho del fútbol de toque su bandera.

Se aguardaba a un Barça híbrido, con nombres poco reconocibles en el once, plagado de promesas y suplentes, pero finalmente Guardiola alineó a cinco de los titulares en Roma (Sylvinho, Piqué, Yayá Touré, Xavi y Eto'o), arropando así al delantero camerunés en su desesperada lucha por el Pichichi. Fue Pep fiel a su dibujo táctico (4-1-2-3) y Lotina al suyo (4-2-2-1), pero este innovó al jugar el comodín de Valerón, quizá porque el futuro inmediato de Verdú es vestir otra camiseta blanquiazul.

El partido resumió bastante bien en la primera mitad lo que ha sido la temporada del Dépor. Un portero de triple candado, una defensa de alta fiabilidad, dos extremos bulliciosos, un mediapunta con golpes de clase (en este caso, Valerón) y una delantera más trabajadora que goleadora. Negado cara a puerta ha vivido Guardado esta temporada. Lo corroboró a los ocho minutos, cuando Bodipo lo dejó solo en el área con un taconazo flamenco y el mexicano, con tiempo de sobra para pensar qué hacer, eligió precipitadamente la peor opción: mandarla a la red de Pabellón. Segundos después los transistores informaban del gol de Villa en Valencia. Europa ya era a esas horas un continente perdido para los locales.

Mientras los chés se adelantaban frente a los muchachos del poco entrañable Caparrós, en Riazor se jugaba un partido de ida y vuelta, con dos equipos entregados al fútbol de toque, libres del agobio de incómodas presiones. Ni uno ni otro apretaron los tornillos ofensivos en el mediocampo, así que, inactivas las minas antifútbol en el entorno del círculo central, llegaban Barça y Deportivo con facilidad al área. Los locales lo hacían sobre todo por la banda izquierda, guiados por un motivado Guardado. El mexicano conectó primero con Pablo Álvarez, quien se topó con la ágil mano de Pinto (min 14), y después con Bodipo, y ésta sí tuvo final feliz. El ariete deportivista, que minutos antes había desperdiciado con un tiro muy cruzado una jugada que olía a red, articuló su cabeza a centro de Guardado que superó el busto de Piqué y colocó el 1-0 en el electrónico (min 31).

El Barça, que hasta entonces había jugado a tres marchas menos de las que aplica cuando se juega algo más que el prestigio, subió un puntito el ritmo. Replicó con disparos lejanos de Sylvinho y Eto'o, el más activo de los culés, siempre buscando las cosquillas los centrales. Pero el que más cerca siguió del gol fue el Dépor, que pudo marcar a la contra, lanzada por Guardado y continuada con un pase made in Valerón a Sergio, que reventó el travesaño (min 42) de Pinto.

El Dépor salió del vestuario dispuesto a resolver. A un balón llovido de Manuel Pablo llegó en el segundo palo Guardado, quien cedió atrás para que Valerón idease una volea con la zurda a la que Pinto respondió con un vuelo magnífico (min 48).

El partido se siguió jugando sin ataduras en mediocampo, con el balón fluyendo de área a área para alegría de la retina. Las ocasiones iban y venían: opositó Eto'o el empate pero se enredó con la pelota (min 57) y Lafita, que había entrado por Pablo Álvarez, pudo firmar el finiquito, pero lo evitó el pie de Pinto (min 62). El Dépor empezó a presionar arriba y el Barça, cansado, solo pudo merodear. El meta culé volvió a frustrar a Guardado (min 83) antes de que Eto'o (min 89) cumpliese la tradición de marcar en Riazor.