Crónica de una Liga anunciada

DEPORTES

17 may 2009 . Actualizado a las 18:24 h.

El festín de goles que el Barça se dio en Málaga a principios de noviembre fue solo el primer plato de un ejercicio de impresionante dominio de los de Guardiola que les ha convertido, a falta de tres jornadas, en el campeón de Liga con más puntos y les ha colocado a cinco tantos de superar aquel viejo registro establecido por la quinta del Buitre.

Solo la fe demostrada por el Real Madrid tras la llegada de Juande Ramos para suplir a Schuster a unas horas del clásico en el Camp Nou ha forzado a los culés a prolongar su carrera en busca de un título que cortara la racha blanca de los últimos dos años.

«Para ver a un Barça diferente tendrán que cambiar de entrenador». Ante el Chelsea y con la Champions cuesta arriba, Guardiola hacía en Londres apología de los principios que han despertado en Barcelona un sentimiento de admiración dormido desde la época del dream team de Cruyff. Y eso que el técnico fue sometido bien temprano a la tentación de modificar su libreto. Desde el arranque liguero, con aquel traspies en forma de derrota en Los Pajaritos consolidado con un empate ante el Racing en casa, no faltaron voces de condena a la inexperiencia del técnico elegido por Laporta para remendar la salida de Rijkaard.

El crédito que necesitaba su propuesta lo encontró Guardiola en el Gijón. En la jornada 3 los suyos dieron un recital en el Molinón y apabullaron al Sporting por 1-6. Sin embargo, el repaso quedó un tanto devaluado después de que el Real Madrid le endosara siete a los de Preciado a la semana siguiente. El mérito de golear a la débil zaga rojiblanca semejaba escaso.

Tuvo que llegar otro equipo de idénticos colores pero mayor enjundia al Camp Nou para demostrar que el desparrame ofensivo del Barça iba en serio. Antes del partido ante el Atleti se hablaba de un duelo Messi-Agüero, con Maradona como agente desestabilizador. El encuentro, sin embargo, sirvió para engrandecer todavía más la colosal figura de Xavi y su repertorio de pases. A los diez minutos, los locales ya ganaban por 3-0. Los 80 restantes sirvieron para doblar la cuenta. Hasta cinco equipos se han llevado media docena de tantos en sus enfrentamientos ante el campeón de Liga. Otros dos han recibido una manita.

En la jornada nueve el Barça alcanzaría con su 1-4 en la Rosaleda un liderato que habrá mantenido durante 30 partidos cuando acabe el torneo. Seran dos menos de las que sumó el Real Madrid de Schuster el año pasado, pero las sensaciones han sido muy diferentes. Hasta tal punto que el propio técnico alemán aseguró que era «imposible ganar en el Camp Nou» justo antes de rendir visita al estadio culé, en la jornada 15.

Un clásico caliente

Tamaña declaración le costó el puesto y su sustituto dejó claro desde el primer momento que no iba a dar nada por perdido. Convirtió el clásico en una batalla y el rival no logró superar el cuerpo a cuerpo hasta los últimos diez minutos (2-0). Fue el preludio a una racha de 17 partidos sin conocer la derrota para los de Juande Ramos.

El esfuerzo fue en vano, aunque hubo momentos en los que pareció dar frutos. En las jornadas 24 y 25 el Barça ofreció muestras de debilidad con dos pinchazos consecutivos en partidos de alta carga emotiva. El Espanyol ganó el derbi por 1-2 y el Atlético venció 4-3 un encuentro que perdía en el minuto 79. Vicente Boluda, presidente circunstancial de los blancos, auguró una semana después que los suyos quedarían a un punto del líder al final del día. Sus palabras fueron un bálsamo para los culés que se colocaron a seis.

Con el resto de posibles postulantes al título muy descolgados, el asunto se convirtió en un auto de fé madridista que volvió a poner al club del Bernabéu a tiro de piedra justo antes de la vuelta del clásico. El empate del Barcelona en Mestalla dejó en cuatro puntos la distancia entre el primero y el segundo. Una diferencia que Higuaín redujo al mínimo al cuarto de hora del encuentro.

La ilusión duró tres minutos. La bestia blaugrana se desperezó y le endosó seis a los blancos. Set, partido y Liga para los chicos de Guardiola.