Han pasado dieciocho años desde que la directiva del Obradoiro inició una larga travesía judicial después de perder la eliminatoria de ascenso a la máxima categoría del baloncesto frente al Murcia. Entendía que el equipo rival había incurrido en alineación indebida, ya que uno de sus jugadores, Esteban Pérez, estaba inscrito como español cuando su nacionalidad era argentina.
Haciendo gala de una paciencia franciscana y una fe inquebrantable, la entidad santiaguesa fue ganando batallas legales, también la última, en el Tribunal Supremo. No solo reconoció al Obradoiro como ganador de aquella eliminatoria, por considerar probada la alineación indebida, sino que fijó como canon de acceso a la ACB el que estaba vigente por aquel entonces, algo más de cien millones de pesetas, 600.000 euros, la cuarta parte de lo que costaría hoy en día.
En consecuencia, al club se le presenta una oportunidad única de volver a la élite en unas condiciones ventajosas. Pero faltan por concretar los apoyos económicos que permitan hacer frente a un presupuesto mínimo de cinco millones de euros, si bien la directiva trabaja para intentar llegar a siete. Antes de final de mes se sabrá si el esfuerzo y esos dieciocho años en modo de espera tienen premio.
El secretario xeral para o Deporte, José Ramón Lete, recibió ayer a una representación del Obradoiro encabezada por su presidente, José Ángel Docobo. Y se comprometió a «facer todo o posible para que o proxecto sexa viable». Pero advirtió de que la situación económica es complicada y eludió comprometer cantidades. Entre otros motivos, porque está aterrizando y todavía desconoce el margen de maniobra, ya que «moitos dos cartos están comprometidos».
Lete se comprometió a mediar para recabar apoyos en otras áreas de la Administración y en la empresa privada. Y abogó por la implicación de la Diputación y el Concello, porque «é un proxecto galego, pero tamén de cidade e provincial».
Docobo agradeció el apoyo institucional ofrecido por la Secretaría Xeral para o Deporte y se mostró muy optimista de cara al futuro. Los pasos están dados, incluso ha habido conversaciones para sondear jugadores y cargos técnicos. Pero faltan por cristalizar todas las gestiones abiertas. «Os empresarios queren saber se hai apoio institucional detrás, e as institucións se hai empresarios», resumió el dirigente. De momento, lo que sí hay es sintonía y buena voluntad.