El Breogán acerca sus números a los de la temporada pasada

La Voz

LUGO

13 may 2009 . Actualizado a las 18:11 h.

Pese a los avatares por los que ha atravesado en toda la temporada, y que se han agravado en la segunda vuelta, el Breogán puede terminar la Liga regular en números muy similares a los del curso pasado. Las lesiones han sido el principal condicionante de los celestes, y lo han sufrido en sus carnes, a parte de los jugadores que las han vivido en primera persona, los dos entrenadores que ha tenido el equipo en este curso, tanto Paco García en la primera vuelta como Sergio Valdeolmillos en la segunda. Pese a todo, si los celestes le ganan el viernes al Cáceres a domicilio, se quedarían a solo una victoria del registro 200-2008, en el que sumaron 24 victorias.

La segunda vuelta breoganista en ese curso resultó casi apoteósica, con 13 triunfos y tan solo cuatro derrotas. El superar al Cáceres puede permitir que, tras todos los problemas, se queden tan sólo a una, es decir, sumar doce. Pero la cuestión de fondo no es tanto cuánto se consigue, sino cómo y con quiénes. Estas dos últimas interrogantes se presentan claves para lo que viene después, que comenzará el martes: el play off para llegar a la ansiada final four que determine cuál será el acompañantes del Valladolid en su regreso a la ACB.

Línea descendente

El que ya no lo será de ninguna manera es el Cáceres. La derrota la pasada jornada por solo dos puntos (72-70) en León les alejó de forma matemática de cualquier posibilidad de disputar las eliminatorias por el ascenso. Era el culmen de una segunda vuelta de la Liga LEB oro en la que pasaron por dos estados de ánimo bien diferenciados: el primero, coincidiendo con el inicio de este período, de euforia. No se puede olvidar que los extremeños consiguieron seis victorias consecutivas. Pero como víctimas de un trastorno bipolar, de las más altas expectativas se pasó al infierno de la depresión, el segundo estado.

Y todo esto tuvo una causa bien determinada: la marcha de su jugador clave, su referencia en el juego interior, y uno de los pívots más poderosos de la competición. La racha se quebró en marzo cuando Wayne Simien anunció su regreso a los Estados Unidos por la enfermedad de un hermano. Al final, lo que se presumía como un hasta luego que culminaría con el retorno del estadounidense para el tramo final de la campaña, se convirtió la semana pasada en un adiós al baloncesto. Por el camino, se pasó de esas seis victorias seguidas, a solo alcanzar dos en los diez partidos siguientes. Y queda el del viernes.