La esperanza blanca de Galicia

DEPORTES

La coruñesa Andrea Rey, una de las promesas del esquí español, abandonó su tierra hace nueve años para formarse como deportista en Andalucía y labrarse un futuro

28 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Mientras en Manzaneda miran cada día al cielo para ver si cae algún bendito copo con el que mantener la nieve una temporada más, una joven esquiadora coruñesa de 15 años se recorre medio mundo para perfeccionar su técnica y progresar en un deporte sin apenas tradición en Galicia.

Andrea Rey (A Coruña, 1994) es la gran esperanza gallega en el eslalon y el gigante. Campeona de importantes torneos nacionales e internacionales, esta joven de la calle del Orzán apostó por emigrar para intentar labrarse un futuro deportivo del que su padre no duda. «Tiene condiciones y estamos trabajando duro para que salga».

Con solo 4 años, los técnicos de la federación andaluza ya se fijaron en ella y le ofrecieron la posibilidad de que se fuera para el sur. «Nos pareció muy pequeña, así que esperamos unos añitos», comenta Fernando Rey. Solo unos pocos, pues en el 2000 (con solo 6) hizo las maletas.

«Aproveché que mi madre estaba en Huelva para ir dos años. Luego me instalé en Granada», recuerda la deportista. En Sierra Nevada está el club Monachil (de ahí salió Rienda), entidad en la que se iniciaría la gallega.

«La federación andaluza la incluyó en un programa de alto rendimiento. Nos ofrecieron una beca en el CAR de Granada. Pero lo que hicieron fue utilizar a la niña para recaudar un dinero que nosotros nunca vimos», denuncia Fernando Rey.

Por este motivo, abandonó esta territorial, en la que se proclamó campeona autonómica y subcampeona de España infantil defendiendo su bandera.

Ahora, Andrea compite por Os Maristas de Ourense y la federación gallega, que «aunque tiene poco dinero, nos deja trabajar a gusto», explica convencido su progenitor.

Desde alevín apuntaba buenas maneras y ganó importantes torneos, tanto en España como fuera, y eso que sus inicios no fueron buenos. «En la primera carrera no hice más que burradas. Pasé las puertas al revés y entré en meta por el lateral», recuerda entre risas. Con el tiempo mejoró, hasta convertirse en una de las esperanzas no solo del esquí gallego, sino del español. «Soy muy joven y creo que puedo llegar a superar a Rienda. Mi objetivo es disputar una Copa del Mundo. Es difícil, pero lo lograré», asegura.

Campeonato de Chillán, Puyehue, Briomar Salmón Cup, quinto puesto en la liga catalana o la primera Copa Cordillera Cantábrica son algunos de los torneos que figuran en el palmarés de una joven que vive por y para el esquí. «Si ahora me quitan esto... No sé que haría», admite.