El Teucro volvió a dar una lección de casta, pundonor y entrega en el momento más importante de la temporada. Los jugadores, que acumulan cerca de cinco meses sin cobrar, se sacaron de la chistera un auténtico partidazo y borraron del mapa a un Antequera que aguantó como pudo el aluvión de buen juego de los pontevedreses.
La superioridad de los pupilos que comanda Pillo fue tal que el duelo quedó visto para sentencia a doce minutos de la conclusión ?(22-30). La relajación final permitió maquillar el resultado a los malagueños. Este triunfo, que significa un paso de gigante hacia la permanencia en Asobal, convirtió en anecdótica la esperada victoria del Alcobendas sobre el Almería (34-28). La salvación puede sellarse ante el Cuenca en el Municipal.
Gran concentración inicial
Los pontevedreses salieron muy concentrados a la pista y no se dejaron impresionar por los aficionados andaluces que abarrotaban el Pabellón Fernando Argüello. Esa actitud positiva les valió para situarse en franquicia con una ventaja de tres tantos gracias a los goles de Dasilva, Carrera, Markicevic y Curuvija y varias paradas consecutivas de Ristanovic, incluidos dos lanzamientos de siete metros (1-4).
Pero el panorama se estropeó temporalmente porque los azules se quedaron estancados a raíz de un tanto de Sayad que situaba el electrónico en ?4-6 y el Antequera se creció hasta el punto de darle la vuelta a la tortilla con un contundente parcial de 4-0. Y eso que Pillo había pedido tiempo muerto en el momento en que los malagueños lograron la igualada.
El que más y el que menos creía que ese 8-6 era el principio del fin, pero el Teucro no estaba dispuesto a rendirse tan pronto.
Crucial parcial de 0-4
El Antequera echó más leña al fuego al situarse 10-7. Sin embargo, la entrada de Álex Tsibanev en la pista en sustitución de un desacertado Rafa Dasilva, fue providencial. De hecho, el equipo renació de lo que semejaban sus cenizas y en un abrir y cerrar de ojos, con cuatro rápidos tantos de Carrera (2), Markicevic y Curuvija, recobró el mando en el partido (10-11).
Baena restableció la igualada, pero los pontevedreses ya estaban desmelenados y Carlos Ortega se vio obligado a llamar a sus jugadores a la esquina a los 23 minutos para evitar la escapada teucrista (11-13).
El Parón no surtió efecto porque el Teucro siguió pisando el acelerador y se plantó a doce segundos del intermedio con una renta soñada de antemano (14-18). Pero en ese escaso tiempo Robert Savkovic cometió un error que le valió la exclusión y permitió reducir distancias al Antequera.
En la reanudación, los azules siguieron a lo suyo y ni siquiera la actuación de los colegiados, excesivamente casera, y las continuas exclusiones provocaron un punto de inflexión. El cuadro local llegó a acercarse a un inquietante 18-20, pero esa minireacción no fue más que un espejismo porque el Teucro, con un Ristanovic espectacular, recobró su máxima ventaja (21-25).
Los locales, impotentes
Carlos Ortega no sabía que hacer y volvió a solicitar otro tiempo muerto estéril porque los pupilos de Víctor García Borrás no se relajaron, se mostraron igual de contundentes en ataque y echaron el candado a la portería. Las continuas paradas de Ristanovic acabaron con la resistencia de un Antequera que se quedó sin recursos morales a doce minutos de la conclusión. El tanto de Curuvija sentenció al establecer un increíble 22-30. Ver para creer.