Portland le acaba de renovar el contrato hasta el 2010, pero?el español Sergio Rodríguez ha pedido ser traspasado a un equipo que le ofrezca algo más de nueve minutos por partido
09 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.No todos los españoles son felices en la NBA. Pau Gasol y Calderón disfrutan a lo grande; el primero, de su estatus de estrella en los Lakers, y el segundo, de su titularidad en Toronto; Marc Gasol y Rudy Fernández acaparan los encendidos elogios de la prensa especializada. Después de una semana de competición (cinco partidos), el quinto español, Sergio Rodríguez, cree que para él todo va a continuar como en las dos temporadas anteriores. Es decir, mal. Así que el Chacho, como es conocido entre sus compañeros españoles, ha pedido a los Trail Blazers de Portland que lo traspasen a otro equipo.
Hace apenas un par de semanas Sergio Rodríguez (Santa Cruz de Tenerife, 1986) creía que por fin le había llegado su momento. Rudy Fernández, su socio favorito en la selección, acababa de llegar a Portland; Nate McMillan, su entrenador, le prometió minutos y los Trail Blazers hacían efectiva la opción de ampliarle el contrato hasta el 2010 a cambio de casi 1,5 millones de euros. Pero el Chacho se siente engañado. Disfrutó durante la pretemporada, pero todo ha cambiado de forma radical. «No puedo seguir siendo el tercer base del equipo por tercer año», afirma Sergio, que demanda «un poco de libertad, disfrutar jugando».
El desembarco del base canario en la NBA fue muy distinto al de Rudy o Marc Gasol. La Liga profesional era el sueño confeso de un talento que ni siquiera cuando militaba en el primer equipo del Estudiantes (2004-06) dejaba de compartir partidillos en la calle con sus amigos de siempre. Campeón de Europa en edad júnior, también formó parte de la selección que ganó el Mundial en Japón en el 2006.
Aceptó la oferta de Portland, un equipo, como él, joven y en progresión. Ha mejorado su lanzamiento exterior y su físico, mantiene la espectacularidad de un base que fue bautizado como Spanish Chocolate (por su similitud con Jason Williams, Chocolate Blanco ) y que según la estadística oficial de la NBA es el jugador que más asistencias promedia por minuto (una cada tres).
No es suficiente, al menos para el terco McMillan, que no ha ocultado su enfado con el jugador y su agente. En cualquier caso, nadie sabe por qué Portland renovó a un jugador con el que no cuenta su entrenador. Un par de posibilidades: para buscar un futuro traspaso o porque el equipo no confía en McMillan para conducir la nave en el futuro. Por ahora, McMillan sigue, Kevin Pritchard (mánager general) descarta el traspaso y Sergio se aburre como nunca pensó que lo haría.