«Es duro que valoren más mi trabajo en Portugal que en casa»

DEPORTES

El compostelano del Palmeiras Tavira es el primer ciclista no luso que conquista dos veces la general de la «grandísima», la carrera reina en el país vecino

28 ago 2008 . Actualizado a las 02:16 h.

La bolsa y el ciclismo están en crisis. Pero la cotización de David Blanco (Berna, 1975), corredor y licenciado en Ciencias Empresariales que gusta de comprar y vender títulos bursátiles, ha subido. Blanco aún saborea su victoria en la Vuelta a Portugal. Es el primer ciclista no luso que conquista esta prueba dos veces. Y le ha dado a un equipo histórico, el Tavira, con 29 años de trayectoria, su primer triunfo en esta carrera. Un valor en alza.

-¿Temió por el triunfo en la crono final al saber que Héctor Guerra, el segundo clasificado, recortaba tiempo?

-No sentí agobio. Metimos un coche con Guerra y cada dos o tres kilómetros me pasaban sus referencias. La cosa estaba más o menos controlada. Pero todo el mundo pensaba que podía ocurrirme algo después de las cosas que me habían pasado durante toda la carrera.

-¿Y qué le había pasado?

-Sufrí dos caídas y tres pinchazos. Y tuve que cambiar de bicicleta dos veces. Todavía duermo panza arriba, porque me quemé bastante en la primera caída. Iba hablando por la radio, usando la mano derecha, y llevaba solo la izquierda sobre el manillar. Cogí un bache y caí hacia un lado. Por suerte, no me remató nadie de los que venían por detrás. En la crono final no era muy cómodo apoyar el brazo en la bici con una quemadura de buen tamaño.

-Le ha dado al equipo de Tavira su primera Vuelta a Portugal. Allí se montaría un buen lío.

-En la recepción de Tavira había gente para llenar el Obradoiro y más. Yo me quedé flipado. Los que no han vivido la ronda lusa y no ven aquello no le dan valor, no se hacen a la idea de lo importante que es esta prueba para los portugueses.

-Le toca ser profeta fuera de su tierra.

-No me preocupa. Llega un momento en el que esas cosas dan igual. En mis comienzos como profesional, cuando corría en Portugal, no me hacía caso nadie. Entonces regresé a España y ya se me consideró bueno. Y cuando fui al Mundial de Madrid, era un fenómeno. Pero si te vas de nuevo a Portugal, te borran de las agendas. Al principio duele. Es duro que valoren más mi trabajo en Portugal que en casa, que me quieran más en un país que no es el mío que en Santiago. Pero te acabas acostumbrando a esas cosas de la idiosincrasia gallega.

-¿Cómo valora la actuación del otro gallego de su equipo, Alex Marque?

-Hizo la temporada de su vida. Es un ciclista que cada año crece. Esta temporada se vio por primera vez en un equipo de verdad y se notó. Estuvo todo el año bien. En la Vuelta a Portugal a veces había que que mandarle parar. Yo aposté por su fichaje y él ya ha demostrado lo que vale.