La despedida de Genaro Borrás congregó ayer a cientos de personas, en la capilla ardiente y los aledaños del tanatorio de Emorvisa, en Pereiró, para expresar sus condolencias a su familia en el funeral e incineración de sus restos mortales. El pasado y presente del Celta rindió tributo al que fue, durante 25 años, jefe de los servicios médicos del club vigués, y en las dos últimas décadas de la selección española de fútbol.
Entre cámaras y micrófonos, se palpaba la emoción de los que conocieron al galeno. Los mismos símbolos del celtismo que ya se habían personado el día anterior (Vicente, Alvelo, Maté, Atilano, Borja Oubiña, Gudelj, Patxi Salinas o Ratkovic) comparecían ayer, con unas palabras sentidas de Giovanella que comentó que «Dios necesitaba un médico y se lo ha llevado».
Por el Celta estuvieron presentes varios consejeros, la plantilla y el cuerpo técnico, el director general y el director deportivo, todos con su presidente Carlos Mouriño a la cabeza. Entre los asistentes destacó también la presencia del presidente de la FEF, Ángel María Villar, el seleccionador nacional, Luis Aragonés y los madridistas Iker Casillas, Raúl González y el vigués Míchel Salgado además del director médico del Real Madrid, Alfonso del Corral. De otros clubes se personó el entrenador del Deportivo, Miguel Ángel Lotina, junto al preparador físico Eduardo Domínguez, ambos ex del Celta, además del vicepresidente del Atlético de Madrid, Lázaro Albarracín, y el ex presidente de la Real Sociedad, Luis Uranga.
También se congregaron representantes de casi todos los clubes de la ciudad, y destacó la presencia del ponteareano Álvaro Pino, director deportivo del Valery Karpin.
Tampoco faltó una amplia representación política y de la sociedad viguesa en general. Todo el deporte español le tributó así un merecido homenaje.