La FIA reacciona con dureza ante los insultos racistas dirigidos a Hamilton

DEPORTES

04 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El 20 de octubre del 2007 Lewis Hamilton concluía la calificación del Gran Premio de Brasil por delante de Fernando Alonso, lo que incrementaba sus ya sólidas opciones al título mundial. Ese sábado evitó cualquier cosa que le distrajera de su camino a la corona de la fórmula 1, incluido una pancarta de sus compatriotas que le rechazaba por el color de su piel. «El verdadero piloto inglés es Button», rezaba la tela colgada en la grada de Interlagos.

La emoción del Mundial y el desenlace posterior hizo que aquella pancarta pasase desapercibida. Ahora, sin competición de por medio, Lewis Hamilton ha vuelvo a ser el centro de los ataques de la afición española, resentida por el trato de favor de Ron Dennis al inglés en perjuicio de Alonso. En algunas ocasiones, los gritos de los aficionados que acuden a los test de invierno han caído en el grave insulto racista. Este fin de semana, el piloto de McLaren tuvo que oír expresiones como «puto negro» o «negro de mierda», lo que llevó a la directiva del Circuit de Catalunya a cerrar las zonas próximas al área de trabajo de la escudería británica, así como retirar las pancartas más ofensivas que se habían colocado frente a su box. Dos espectadores fueron expulsados del recinto.

McLaren está en su derecho de trabajar a puerta cerrada ya que paga unos 300.000 euros por los test de una semana, y exige unas condiciones mínimas de comodidad. Los gritos racistas transgreden ese entente cordiale que ha dominado siempre el paddock de la fórmula 1. El racismo, un mal que ha colonizado especialmente los estadios de fútbol, amenaza ahora la élite de las cuatro ruedas.

Por eso la FIA quiere atajarlo de raíz. «Estamos sorprendidos y decepcionados por los abusos dirigidos hacia Hamilton», señala un portavoz de la FIA. «Este tipo de abusos son una clara violación de los principios que rigen los estatutos de la FIA y cualquier repetición desembocará en graves sanciones», señala dicho portavoz.

No obstante, McLaren sabe que son unos pocos los que insultan. «Hace muchos años que probamos y corremos en España y sentimos gran respeto por esta afición», dice la escudería.

Ironías ingeniosas

Si bien los responsables de los circuitos prefieren que las pancartas sean de ánimo a un piloto sin menoscabo a terceros, todos reconocen el ingenio de algunos hinchas alonsistas para hurgar, con estilo sano y legítimo, en la herida de Hamilton. Así, en los test de Jerez el piloto británico tuvo que leer «Lewis, push the button again», en relación a su incidente con el volante en la fallida carrera de Brasil.

En Montmeló se vieron grúas pintadas con la siguiente leyenda: «Servicio de grúas La Puzolana. Exclusividad McLaren, mantenemos tarifas 2007», en alusión al Gran Premio de Alemania cuando el inglés fue el único piloto que recibió ayuda para regresar a la pista.

El último lugar del paddock

McLaren ocupaba por primera vez en su historia la última posición en los boxes en el circuito de Montmeló en estas pruebas del fin de semana. En los test de Valencia y Jerez estuvo siempre entre Red Bull y Honda, y después de verse los últimos en Cataluña han pedido a Bernie Ecclestone que les deje estar en medio del paddock y de la línea de boxes.