Un día después del Galicia-Camerún en Balaídos, el empate compartía protagonismo con el incidente de la jornada, el retraso del encuentro en más de hora y media por la tardanza de la selección africana. Ya con la luz del día, la Dirección Xeral para o Deporte, consultada por este periódico, reiteró que el incidente se debió exclusivamente a una polémica entre los jugadores de Camerún y su federación. «Desde a Xunta cumpriuse o contrato, non houbo rebaixa porque non viñera Eto'o, simplemente xa estaba establecido en cláusulas este tipo de imprevistos», dicen fuentes de la Dirección Xeral.
Por otro lado, la empresa intermediaria en la contratación de Camerún, Media Sports Marketing, exime de toda culpa a la Federación Gallega y a la Consellería. De haber acudido con sus principales figuras, la Federación de Camerún se habría embolsado 250.000 euros, pero el contrato establecía cláusulas de penalización: por cada camerunés de la Liga española que no acudiese la cuenta restaba 30.000 euros. Así, la ausencia de Eto'o rebajó esa cantidad pero no así Webó y Kome, ya que la cláusula no se aplicaba en caso de lesión.
Un once de gala
Por otro lado, la organización exigía un mínimo de once jugadores que hubieran estado inscritos al menos dos veces por la selección absoluta en las tres últimas convocatorias, y Camerún presentó nueve. Esas dos ausencias se canjearon con una rebaja de 18.000 euros por futbolista. Al final, la Federación de Camerún se embolsó 184.000 euros.
Conocedores de la rebaja, los jugadores africanos protagonizaron un plante en el hotel ?«por discrepancias con la propia Federación en cuanto al pago de la prima de participación», según señala el intermediario. Fue la directora xeral de Deportes, Marta Souto, quien se desplazó al hotel de Camerún para intermediar entre los jugadores y los directivos.
Por otro lado, la Federación Gallega de Fútbol volverá a hacerse cargo, al igual que en las dos citas anteriores del combinado galaico, de la multa que se prevé desde Antiviolencia por la presencia de bengalas en las gradas de Balaídos.