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Una empresa sortea la orografía del municipio con un complejo mapa de antenas para llevar Internet a los vecinos
03 oct 2011 . Actualizado a las 11:05 h.El Concello de Vilasantar ha recibido varias llamadas durante los últimos días con el mismo interrogante: qué hace un hombre subido a todos los postes del municipio. Y la respuesta les alegró sobremanera: es el técnico que obrará el milagro de llevar Internet a sus parroquias.
Y el término milagro no es una exageración. Porque la orografía de Vilasantar, como buena parte del interior de la provincia de A Coruña, hace especialmente complicada la llegada de Internet a las casas. El Concello ha confiado la ingente labor a una empresa de Curtis dirigida por Víctor Naveira, un joven emprendedor de 35 años, que ya ha conseguido llevar la red de redes a las zonas ensombrecidas de su municipio. Ahora está extendiendo una telaraña de wifi por las distintas parroquias de Vilasantar con una decena de antenas emisoras. La zona de Barbeito trae de cabeza a Víctor. «Hay muchísimos obstáculos, árboles de treinta metros, montes... tenemos que dar grandes rodeos para conseguir que llegue el wifi», señala. Una vez que se configuren todos los repetidores, los vecinos interesados podrán navegar a través de sus ordenadores y teléfonos de última generación previo pago de 180 euros por la instalación más una cuota mensual de quince euros.
El alcalde confía en que unos trescientos de los 1.400 vecinos puedan disponer ya de este servicio a partir de la próxima semana, concretamente en las parroquias de Armental (que acoge la primera antena) y Vilasantar. Fue durante la campaña electoral cuando Fernando Pérez, actual regidor y entonces candidato del PP, percibió la imperiosa necesidad que sus vecinos tenían de Internet. «A chegada do ADSL era moi limitada e custosa, Telefónica non nos garantía un bo servizo», señala el alcalde de Vilasantar. «Unha vez que se implante, os gandeiros poderán facer as súas xestións dende as granxas, os maiores pedirán cita para o centro de saúde e incluso poderán chatear con veciños doutras parroquias que apenas ven no ano».
Los desniveles y los árboles de 30 metros dificultan la llegada del wifi a esta zona rural