Empezar desde cero no es fácil, y menos en los tiempos que corren. Pese a todo, los Fillos de Breogán decidieron apostar por su pasión y, a sabiendas de que el fútbol gaélico es un deporte puramente aficionado, no dudaron en entrar el año pasado a la competición nacional para enfrentarse a equipos con más experiencia, masa social y base económica. Un año, un cuarto puesto en el Campeonato Ibérico y una gira por Irlanda después, el discurso de Wences, capitán de los Fillos, no ha cambiado: «Ahora nuestra idea es llevar el equipo un paso más adelante, crear la sección femenina e ir poco a poco creciendo». Pero la realidad es cruda.
«Al no existir una Federación Española de fútbol gaélico, no nos pueden reconocer como deporte, por lo que el primer día de julio tuvimos que solicitar el alta como sociedad cultural y recreativa», explica Wences. «En principio el 1 de octubre ya podríamos funcionar como asociación, con lo que podríamos firmar convenios con empresas o con el Ayuntamiento. También el acceso a los seguros, porque ahora mismo nosotros cuando jugamos un partido tenemos que firmar un documento que dice que si nos rompemos la crisma es responsabilidad nuestra», añade.
Amor al arte
Ellos aseguran que les mueve el «amor al arte», pero eso no hace las cosas más fáciles, y los desplazamientos son complicados, especialmente en cuestión económica. «Nosotros realmente somos un equipo autofinanciado, tenemos nuestros trabajos y otras obligaciones. Cuando viajamos por España, por ejemplo, muchas veces lo tenemos que hacer a lo mochilero, durmiendo en albergues y llevando la comida preparada de casa», asevera el jugador de A Coruña. «Por mucho que queramos, si esto sigue así no creo que podamos seguir muchos años», concluye.
A pesar de sus limitaciones, los Fillos de Breogán no se ponen límites, y este año decidieron emprender un viaje en verano que les llevó a los campos de entrenamiento más míticos del mundo del fútbol gaélico.
En Irlanda practicaron con los mejores jugadores y recibieron todo el apoyo de la Federación Irlandesa. Con el viaje surgió, además, un convenio con el Nemo Rangers -el mejor equipo del mundo- para disputar la Copa Breogán, que celebró su primera edición hace unas semanas en A Coruña.