El presidente del comité de empresa de la Compañía de Tranvías, José Puñal, aseguró ayer que este colectivo «no tiene constancia ni queja alguna de ningún trabajador sobre la existencia de fallos graves en las vías del tranvía turístico». Puñal hizo esas declaraciones, junto con una defensa de ese transporte, tras una reunión con los miembros del grupo municipal socialista, entre los que estaban Mar Barcón, Yoya Neira y José Nogueira. El presidente del comité aseguró que «no sabíamos de ese deterioro que dice el gobierno local», y defendió la continuidad del tranvía, que consideró «muy positivo para la ciudad y para los coruñeses».
Más dura se mostró la portavoz socialista, Mar Barcón, que apuntó directamente al director de Seguridad Ciudadana, Germán Lago. «Él tuvo la misma responsabilidad con el anterior gobierno y supongo que igual de importante será la seguridad con un gobierno que con otro. Si alguien tiene algún informe que certifique el riesgo para las personas por el funcionamiento del tranvía, le insto a que lo saqué ya o, en caso contrario, que se eviten este tipo de manifestaciones de cuanta más frivolidad, mejor», reclamó Barcón tras rechazar las acusaciones del gobierno local hacia la supuesta «insensatez» del anterior regidor, Javier Losada, y su equipo de gobierno.
Defensa del carril bus
Barcón, Neira y los trabajadores de la Compañía de Tranvías también hicieron una encendida defensa además del carril bus. «Lo que no entiendo aún es cómo los vecinos no se están manifestando contra la supresión de esta plataforma, porque ellos serán los principales perjudicados por su retirada, ya que será muy difícil cumplir con las frecuencias marcadas», dijo Puñal.
Por su parte, Yoya Neira recordó que la eliminación del carril bus «perjudicará al 55 por ciento de los usuarios del transporte público, unos diez millones de viajeros, que son los que circular por esa plataforma especial y que se han visto beneficiados por mejoras de hasta diez minutos en algunas de las rutas». Neira reclamó además la aplicación del plan de movilidad encargado por el anterior gobierno local y la elaboración de un plan alternativo a la retirada del carril bus, «una promesa electoral de la que los conductores son los perjudicados».