El San Juan prende en los barrios

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Las sardiñadas llenan la ciudad de fiestas en la noche más corta

23 jun 2011 . Actualizado a las 11:55 h.

A pesar de la crisis, los precios de las sardinas y que San Juan sigue sin ser festivo, raro es el barrio que, al margen de la gran concentración de lumeiradas playeras alrededor de la falla de Riazor, no cuenta con su particular hoguera acompañada, por supuesto, de las inevitables viandas que, vengan del mar o de la tierra, terminan pasando por la parrilla.

En el campo de Marte tendrá lugar por tercer año la sardiñada solidaria que organiza Intermón Oxfam. A partir de las 20 horas, por cinco euros pueden degustarse sardinas, pan y bebida o, por tres, empanada y bebida, además de participar en la rifa e la que puede tocar una noche en una casa de turismo rural. También es el tercer año para los de Los Rosales, donde llevan a rajatabla tradiciones como la de la quema de los deseos. Tras apuntar en un papel cada deseo particular, siempre con tinta azul, y echarle sal, se dobla y se lanza a la hoguera antes de encenderla. Aquí la comida depende de los propios vecinos.

Una larga tradición arrastra el Castrillón, probablemente por haber albergado a numerosos trabajadores del Muro en el pasado. Aunque en los últimos años la sardina haya ido dejando su trono al churrasco: «Seguimos llamándole sardiñada, pero la verdad es que entre el precio que han alcanzado y el trabajo que dan, ahora hacemos churrasco, criollos y pimientos de padrón», explica Javier desde el restaurante Javimar, que lleva 20 años celebrando el San Juan, hoguera incluida.

La hoguera más alta

Años llevan también en Labañou presumiendo de hacer «la hoguera más alta de la ciudad», mérito que deberían discutir con la gente de Marineros. Al lado de Padre Rubinos habrá una sardiñada-churrascada amenizada por dos grupos musicales. El Ventorrillo cuenta también con sus clásicos, como la sardiñada de la peña San Telmo, y con una peculiaridad: En la calle Monasterio de Caaveiro hay programada una sardiñada para el día 25, cuando el producto es más barato y al día siguiente no hay que madrugar.

Novo Mesoiro, la calle Barrera, el pub Dublín, la cervecería Cheers en San Pablo, los bares de los Mallos y los Castros, o la que organiza la gente de Sin Par en el Mesón La Grela. Basta con bajar a la calle y dejarse llevar por el olfato para dar con una sardiñada cerca de casa.

Pero si hay un referente en la comarca en lo tocante a sardinas, ese es sin duda Sada. Una tonelada del preciado pescado se degustará en O Curruncho entre las hogueras de la playa. Por dos euros, los asistentes se llevarán, además de las sardinas, el pan, el vino y la queimada, una taza conmemorativa de una noche que será amenizada por varios disyoqueis.

Y en la noche mágica no podían faltar las meigas. Villa Florentina, la sede de la Fundación Fernández Flórez, acoge el congreso internacional de meigas, con echadoras de cartas y fabricantes de pócimas, aparte de las sardinas. A partir de las 20 horas y al más puro estilo medieval.