«No solo estudiamos esqueletos»

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

A CORUÑA

Fernando Serrulla lleva 25 años trabajando como forense y se ha acostumbrado a relativizar su trabajo.

16 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La convivencia con la muerte no tiene por qué ser necesariamente dura. Ni trágica. Fernando Serrulla (Madrid, 1959) lleva 25 años trabajando como forense y se ha acostumbrado a relativizar su trabajo. A verlo con distancia. Entrar a su despacho de la unidad de antropología del Instituto de Medicina Legal de Galicia, con sede en el Hospital de Verín, supone toparse, nada más llegar, con un esqueleto tendido sobre la mesa. Uno duda si preguntar o no, pero...

-¿Nos lo presenta?

-Es un esqueleto del siglo XIV, no se puede identificar. Yo mismo hice la mesa de trabajo en la que está colocado. Está medido, estudiado, y en los ratos libres me dedico a indagar sobre patologías que pueda presentar, sobre todo pensando en su publicación.

-Algo fundamental en su campo, teniendo en cuenta que hay tan pocos especialistas...

-No hay demasiados. Hay mucha gente que se llama antropólogo forense y no lo es. No se trata solo de estudiar esqueletos. Hay quien investiga sobre huesos en el ámbito arqueológico y eso ya es algo distinto. El concepto que yo tengo de antropólogo forense es el de aquella persona que no solo estudia esqueletos, sino también cadáveres en estado de putrefacción, y cuyo trabajo va dirigido al foro, al juzgado. Si no es con ese fin, no debería llamarse forense, en mi opinión.

-En su trabajo la muerte se convierte en algo normal. ¿A usted esto le vino de serie o le costó adaptarse?

-Llevo 25 años trabajando como forense y, si te duele cada caso que trabajas, no lo puedes soportar. Cosificas. Comprendes a la familia, eres persona, pero hay que racionalizar para poder hacer un trabajo profesional y riguroso como el que hacemos.

-¿Siempre quiso ser forense?

-Estudié medicina para trabajar en un laboratorio, no para tratar enfermos. Pero cuando terminé la carrera éramos 30.000 médicos para pocas plazas, así que me busqué la vida y empecé a trabajar como forense. Vi lo bonito que era y me quedé.

-Su labor es descubrir el pasado a partir de unos pocos restos, ¿siempre es posible sacar conclusiones?

-Ese es el gran problema de la antropología, que tenemos muy poco material para trabajar. Por eso los objetos más pequeños son de un interés increíble, porque a veces gracias a ellos se pueden sacar conclusiones forenses impresionantes.

-¿Tienen un manual?

-Los forenses pretendemos saber cinco cosas: si la muerte es natural o violenta; su origen; la fecha; la causa y, por último, las circunstancias.

-¿Cuál es la clave para una buena investigación?

-Para que esto funcione se tienen que dar varios factores. Esto no es coger una muestra de ADN de una persona y decirle: mira, este es tu padre. Hay mucho más.

-¿La unidad de antropología es solo usted?

-Sí. Y tengo que compaginar el trabajo con mi labor como forense. Le dedico todo el tiempo que puedo y si es necesario hasta vengo a trabajar por la noche. Uno se va acostumbrando, pero llevamos un año frenético.

-¿No ha pedido un aumento de personal?

-Sí, pido personal todos los años pero no me hacen ni caso. Hay mucha gente que viene por aquí y quiere echarme una mano. Me vienen a pedir trabajo, pero yo no puedo hacer nada. Esto no depende de mí.

-El trabajo forense está de moda gracias a series de televisión como Bones, CSI...

-Pienso que está muy bien que se difunda la medicina forense, porque si no, parece que los profesionales que la ejercemos estamos siempre en las catacumbas.

FERNANDO SERRULLA ANTROPÓLOGO FORENSE

«Está muy bien que se difunda en televisión

la medicina forense»