Vecinos y hosteleros de la calle Alameda piensan llegar hasta el final para retirar el banco que el Ayuntamiento instaló ayer delante de sus locales y edificios. Cuando los operarios municipales se presentaron en la zona dispuestos a colocar el mobiliario se encontraron con la negativa de los vecinos, que incluso llegaron a colocar un coche para impedir su actuación, por lo que fue necesaria la intervención policial. Agentes de la Policía Local advirtieron a los vecinos que si no permitían la instalación del banco, serían identificados. Los manifestantes señalaron que el banco, de 3 metros de longitud, inhabilita la terraza de un local concedida recientemente, además de obstaculizar la entrada a otros establecimientos y portales. «La licencia de la terraza del bar Alameda le da derecho a ocupar tres metros desde su fachada, y después tienen que quedar dos metros entre las mesas y cualquier obstáculo», señaló Raúl Amoso, residente del número 20 de la calle.
De esta manera, tal y como está colocado el banco no queda la distancia reglamentaria, por lo que los vecinos y hosteleros no están de acuerdo con su posición. «Que lo pongan en otro sitio, pero no aquí atravesando la calle. No tiene sentido estéticamente ni resulta práctico. Es un obstáculo», dicen. Los vecinos señalaron que se han intentado ponerse en contacto en repetidas ocasiones con Rafael Cebrián, técnico de Urbanismo, sin éxito alguno. «No quiere recibir a una comisión de vecinos porque le viene muy mal al estar en época electoral, según palabras suyas, y tampoco se presenta aquí para hablar con los vecinos».
Explicaron que están en desacuerdo con muchas de las reformas que se han hecho en la calle, «pero transigimos al menos en el 99% de ellas». «El proyecto inicial no contemplaba la colocación de ningún elemento, solamente la reforma de los adoquines», apuntó Amoso. De momento han permitido su colocación, pero advierten que denunciaran la situación «Estará estorbando 6 meses para que al final lo quiten», consideran.