Operación curar el olmo

Gabriel Lemos A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Apuntalan uno de los árboles de la plaza de España para evitar su caída

15 feb 2011 . Actualizado a las 10:44 h.

Cinco contra uno y con un taladro de por medio. Los transeúntes que ayer pasaban por la plaza de España se sorprendían del dispositivo que se montó alrededor de uno de los olmos que decoran la explanada, en pleno proceso de renovación. Alguno pensaba, incluso, que estaban preparando el terreno para talarlo. Nada más lejos de la realidad. Los técnicos que ayer se arremolinaban alrededor del árbol lo hacían con la intención de evitar su desplome.

Y es que los estudios encargados en el último año por la concejalía de Rehabilitación Urbana, antes de iniciar los trabajos de renovación de la plaza, mostraban que dos de los seis olmos de la zona tenían una salud un poco precaria. No es extraño. Los árboles rondan ya los cien años, bordeando la edad media que estiman los expertos para la especie, que explican que sus achaques son normales a esa edad.

Según el informe elaborado por la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, un organismo dependiente de la Diputación de Pontevedra, el olmo sobre el que se intervino ayer presentaba un exceso de carga por la apertura excesiva de las ramas, que provocó una hendidura a lo largo de todo el tronco. No solo eso. La madera que conforma el corazón del árbol estaba en un estado muy endeble y solo la robustez de sus laterales conseguían evitar el colapso. Por eso, la advertencia de los expertos, era clara: el riesgo de derrumbe era «elevado» y si no se optaba por talar el ejemplar, había que tomar medidas para que un temporal no acabase con él en el suelo.

Y el día elegido fue ayer. A pie de obra, supervisaban la intervención el jefe de la Estación de Areeiro, Pedro Mansilla, que durante este año coordinó el estudio de los olmos de la plaza de España, y el concejal de Rehabilitación Urbana, Mario López Rico.

Reforzar la estabilidad

Técnicos de la Diputación Pontevedresa, del Ayuntamiento y de la empresa contratada por este para supervisar la vegetación de la plaza de España durante las obras de renovación coordinaron los trabajos sobre el olmo, que se centraron en asegurar su estabilidad. Para ello, se optó por realizarle tres perforaciones en el tronco, a través de las que se introdujeron unos pernos metálicos. ¿El objetivo? Coser los dos extremos del tronco, las únicas partes robustas del árbol, y proporcionarle una base sólida sobre la que pueda crecer en un futuro la madera, reforzando la consistencia del olmo.

No solo eso. Los técnicos también ataron unas cinchas en la copa, uniendo las ramas, lo que ayudará a dotar al pie de más estabilidad, puesto que, en caso de fuertes rachas de viento, las cargas se repartirán de forma homogénea por todo el árbol, minimizando el riesgo de derrumbe que había hasta ahora.

Cuando se recupere del posoperatorio, que incluye también tratamiento fungicida, el olmo, como cualquier enfermo, será sometido a revisiones para comprobar su estado de salud.