Les daban comida para perros

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Acusan a la banda de rumanos de esclavizar a decenas de inmigrantes

09 feb 2011 . Actualizado a las 11:44 h.

Les ofrecían un buen trabajo, bien remunerado, y un piso en magníficas condiciones. Pero cuando llegaban a Arteixo se enfrentaban a jornadas laborales de 15 horas de lunes a sábado sin recibir un céntimo y en la mesa tenían todos los días un plato con comida para perros. Tenían días con suerte, pues a veces cambiaban el pienso por alimentos caducados. Pero eso no es lo peor que tuvieron que sufrir decenas de rumanos engañados por esa banda desarticulada la semana pasada en Arteixo. A la obligación de trabajar de sol a sol por un sueldo ridículo, vivir enlatados en un piso y tener que alimentarse como los animales, las víctimas recibían palizas y amenazas cada dos por tres. Cuando no les partían la cara, les decían que se la partirían a su familia en Rumanía en caso de que osaran quejarse o denunciar.

A los miembros de esta banda se les acabó el negocio. Una espectacular operación policial bautizada como Danubio, en la que participó el Grupo Especial de Operaciones, lograba detener el pasado viernes a los seis miembros de la banda, todos de nacionalidad rumana y familiares entre sí. Si acudieron los GEO fue porque se les temía. Se sabía de su peligrosidad y que andaban sobrados de armas. Para evitar que alguno de los explotados resultase herido en la entrada a los cinco pisos que tenían alquilados en Arteixo, la Delegación del Gobierno decidió echar mano de los grupos especiales.

Además, la policía los conocía de lejos. En el 2002 se hicieron famosos en Vigo, cuando algunos miembros de la red fueron detenidos por esclavizar a compatriotas. A aquello se sumó un duro enfrentamiento entre clanes mafiosos que competían por ganarse en mercado en la zona. Los ahora arrestados en A Coruña perdieron aquella guerra criminal y se mudaron a Arteixo, donde levantaron su cruel negocio.

Una vez aquí, volvieron a explotar a compatriotas, que «alimentaban «con restos de comida que cogían en los contenedores de basura. Las dos comidas diarias que le facilitaba la organización eran a base de productos caducados y carne no apta para el consumo humano -para animales domésticos y de compañía- también caducada», según informan los investigadores.

Además, los miembros de la organización los controlaban en todo momento, y les impedían el desplazamiento libre o abandonar las viviendas, retirándoles a su llegada a España sus documentos de identidad.

Cuando no eran explotados en el sector de la construcción, donde se les obligaba a realizar jornadas abusivas de trabajo -15 horas diarias de lunes a sábado sin percibir salario alguno-, eran trasladados en vehículos de la organización por distintos puntos de Galicia y León pegando carteles publicitarios de las empresas de Obras y Reformas que dirigían los explotadores.

Amenazas

Las víctimas se veían sometidas a esclavitud y servidumbre a través de amenazas inmediatas y directas sobre ellas mismas o diferidas sobre sus familiares en Rumanía con «coacciones, extorsiones, agresiones físicas y detenciones ilegales».

La organización se dedicaba también a la explotación laboral severa de inmigrantes subsaharianos en el sector de la construcción y reformas.

Las víctimas eran recluidas en cinco viviendas ubicadas en el localidad de Arteixo, donde se han realizado diversos registros en los que se han incautado varias armas blancas y de fuego, mucha documentación extranjera y empresarial y más de 5.000 euros. Ahora están en la cárcel.