«El conductor me dijo que tienen orden de no aceptar esta tarjeta»

Gabriel Lemos A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

Aurora Nogales fue una de las primeras usuarias en adquirir el nuevo bono y en reclamar por no poder utilizarlo en sus viajes

07 ene 2011 . Actualizado a las 14:22 h.

Aurora Nogales vive en O Temple (Cambre). Cada día se sube cuatro veces a un autobús metropolitano para ir y volver a su puesto de trabajo en A Coruña. Lo que hasta el pasado viernes le costaría 2,88 euros al día gracias al descuento del 45% que se aplica a los usuarios de la tarjeta de transporte metropolitano, estos últimos días está teniendo que abonar 5,2 euros. ¿El motivo? Que Aurora es una de esas usuarias que acudió en la última semana a una oficina de Novacaixagalicia para sacarse el nuevo título de transporte, en su caso por un desperfecto en la tarjeta antigua que le impide funcionar con ella. Pero la que ahora porta en su bolso le está resultado tan inútil como la otra.

La historia ya empezó mal: «El 3 de enero me monté en el autobús, le di la tarjeta y el conductor me dijo que no funcionaba. Como no llevaba suelto encima, me tuvo que pagar el bus una chica que conozco y que tenía la tarjeta antigua», explica Aurora. Sin embargo, en los dos viajes que hizo a mediodía para ir a comer a casa el conductor sí le aceptó el bono, este funcionó, y pudo empezar a usar los 38 euros con los que lo había cargado.

Para su sorpresa, cuando a última hora de la tarde volvió a subirse al autobús, el terminal de cobro rechazó la tarjeta de nuevo. «El conductor me dijo entonces que tenían orden de no aceptar este tipo de tarjetas», señala Aurora, que apunta que no le dieron ninguna alternativa de pago pese a tener en la mano un bono que da derecho a una subvención del 45%: «Las opciones que te dan es tener una tarjeta que funcione, pagar los 1,30 euros que cuesta el billete íntegro o bajarte del bus».

Por eso, al día siguiente, y tras constatar que los dos viajes que había pagado con la tarjeta el día anterior habían sido descontados correctamente de su saldo, Aurora se montó de nuevo al bus y le pidió al conductor una hoja de reclamaciones por no poder seguir utilizándola, pero «me dice que no tiene ninguna allí, aunque están obligados a ello, y me remite a la oficina de la estación», donde se presentó el miércoles para tramitar la queja.

En su escrito, Aurora reclama «una explicación y una disculpa por parte de la empresa», así como la devolución del tramo subvencionado del billete que ha tenido que costear de su bolsillo en esta última semana.

«Me parece una tomadura de pelo que se esté vendiendo algo que no funciona. ¿No sería mejor haber pospuesto esta tarjeta y seguir vendiendo las otras mientras no se soluciona todo?», se pregunta, incidiendo en que el nuevo modelo es el único que se expide desde el pasado viernes. Y protesta por el tiempo que perdió en reclamar sus derechos: «Para presentar una queja hay que perder mucho tiempo y yo lo tengo que hacer fuera de mi horario laboral».