Villancicos contra Penamoa

A. Mahía A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

29 dic 2010 . Actualizado a las 12:29 h.

Hay muchas personas en el Ventorrillo muy molestas porque dicen que no les cumplen las promesas. Afirman que llevan muchos años escuchando de las autoridades municipales que el poblado chabolista de Penamoa tiene los días contados. «Y ahí sigue», denuncian. La última vez que les dijeron eso fue en verano. El alcalde había asegurado entonces que antes de que terminara el año no quedaría nada del asentamiento. Y como sigue ahí, algunas de esas personas, agrupadas en la plataforma por el desmantelamiento de Penamoa, han vuelto a María Pita en manifestación. Lo han vuelto a hacer con sentido del humor. Ayer lo hicieron cantando un tradicional villancico, quitando e introduciendo palabras a su antojo: «Chabola sobre chabola, dicen que ya no hay ninguna, asómate a Penamoa y podrás ver treinta y una...».

Lo hicieron vestidos de Papa Noel. Así fueron en bus, desde su barrio a María Pita. Cantando sin parar. Una vez en la plaza hicieron su particular portal de Belén con chabolas en miniatura, las que luego quisieron dejar como regalo al alcalde. Pero en el registro tenían la orden de no aceptar más que las cartas de denuncia.

¿Por qué se presentaron de nuevo en María Pita para protestar y no fueron a la delegación del Gobierno, que también tiene responsabilidad en el desmantelamiento del poblado? Ana Oreiro, presidenta de la plataforma, responde así: «porque fue el alcalde el que hizo las promesas y es a algunos de sus concejales a quienes les corresponde su desmantelamiento». Por eso no fueron a las puertas de la delegación del Gobierno. A pesar de ello, a la plaza de María Pita sí fueron muchos policías nacionales, algo que molestó a los 24 manifestantes. Uno de ellos lamentaba que hubiese «más agentes que personas protestando. ¿Dónde estaban el día de los okupas?».

Agentes aparte, pues la protesta se desarrolló en perfecta armonía y con un alto grado de sentido del humor, Ana Oreiro llamaba la atención de las autoridades municipales por el mantenimiento del poblado, sobre todo en estos momentos, «que queda el núcleo duro, los que venden droga y los que, sin vivir en el asentamiento, solo van a vender».

Aprovechando que ayer fue el día de los Santos Inocentes, la presidenta de la plataforma quiso mandarle un recado al alcalde: «Somos unos santos por haber aguantado tantos años el mayor supermercado de droga del norte de España junto a nuestras casas, pero no somos tan inocentes para seguir tragándonos promesas incumplidas. ¿Pero si el desalojo marcha, porqué seguir protestando? «Por si acaso lo dejan a la mitad».