Dos urbanizaciones que suman 25 casas, pendientes de derribo

Bea Abelairas
Bea Abelairas SADA/LA VOZ.

A CORUÑA

Sendos fallos las ilegalizan ahora cuando, tras paralizarse las obras, están acabadas

02 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Las diez casas de la urbanización O Loureiro de la parroquia sadense de Pazos se construyeron a pesar de que acumularon, desde el primer ladrillo, resoluciones negativas. Los 15 chalés de la ubicada en el camino de O Fiunchedo se levantaron con idénticas vicisitudes. Aún así, los promotores de ambas lograron rematar las casas; vender muchas de ellas y cuidarse de asumir más problemas. Ahora dos sentencias del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) han anulado estas licencias con unos fallos que implicarían la demolición de un total de 25 viviendas.

La última de estas resoluciones es la más negativa para los compradores y, por eso, esta tarde el alcalde y la concejala de Urbanismo de Sada se reunirán con ellos para tratar de darles información de primera mano. En este caso, la Justicia tiene claro que la licencia dada en el año 2000 por el equipo del ex alcalde Ramón Rodríguez Ares debe ser anulada y la única esperanza de legalización radica en una segunda licencia, aprobada por el mismo gobierno local con ocasión de una reforma, que también se encuentra recurrida ante los tribunales.

La obra de las diez viviendas de O Loureiro estuvo paralizada y tal vez por eso en pleno bum inmobiliario solo tres personas compraron alguno de los diez chalés cuya licencia -otorgada por el Concello de Sada en el año 2005- invalida una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Este tribunal ha ratificado la decisión del Juzgado de lo Contencioso Número 1 de A Coruña, que sentenció en abril de 2009 estimar el recurso de la Consellería de Política Territorial y anular la licencia por «no ajustarse a derecho». Antes, en el año 2006, el propio Valedor do Pobo denunció que era una urbanización ilegal.

La ejecución de este fallo lleva aparejada la demolición, pero esta medida puede tardar años en materializarse, según dejan ver responsables de departamentos de urbanismo que se han topado con expedientes similares. En este caso los compradores nunca llegaron a anotar esta transacción en el Registro de la Propiedad, porque desde el gobierno local de Sada, muy preocupados porque se pudiera estafar a particulares, advirtieron de las irregularidades derivadas de una licencia otorgada por el gobierno local anterior, presidido por Ramón Rodríguez Ares. En consecuencia, tampoco se han habitado unas viviendas que están completamente cubiertas por la maleza y que afean notablemente la zona. Llegaron a tener licencia de primera ocupación, que también terminó anulada por una resolución después de que se comprobase que se otorgó con las obras todavía inacabadas. Por el contrario, las casas del camino de O Fiunchedo nunca han tenido este permiso y muchas personas han pagado cientos de euros que difícilmente recuperarán.

Afectados

Alguno de los que se hipotecó por vivir en estas urbanizaciones incluso dejó su residencia y su trabajo en otra ciudad de España para establecerse en Sada, muy cerca de la costa y con vistas al mar, donde se obró con irregularidades patentes a simple vista y que ninguna administración parece haber visto durante casi una década. De hecho, en Pazos los vecinos fueron los primeros en denunciar que las parcelas (de unos 300 metros) eran una división ilegal de una finca mayor dentro un suelo rural. En este caso, los jueces del TSXG han tenido en cuenta los posibles perjuicios a los compradores que tendrán que reclamar a la promotora las cantidades entregadas hasta ahora, pero tampoco aclaran la vía. Algo que no sucede con el desarrollo conocido como Porto-Brasa, donde el promotor puede terminar reclamando al Ayuntamiento una indemnización.

El alcalde, el nacionalista Abel López Soto, culpa de esta situación a la gestión de su predecesor en el cargo y alega que le dejó un reguero de casos en los tribunales cuyas consecuencias están marcando el paso de su gestión.

En los presupuestos ya figura el derribo subsidiario de los áticos de un edificio de la avenida da Mariña y, en breve, se incluirá las dos plantas de El Náutico. El problema es que en los próximos meses los responsables municipales tal vez tengan que incluir la demolición de las dos urbanizaciones y, al tiempo, que tratan de asesorar a los vecinos para que no pierdan todo.