Aún hay residentes que no saben que tienen un pabellón en el barrio. Pero así es, en la calle Ancares. Ayer se inauguraba y, en palabras de Daniel Ali, miembro de la junta gestora de vecinos de Novo Mesoiro, «en un tiempo razonable con respecto a otros barrios».
A la cita acudieron miembros de los tres grupos políticos locales, además de representantes de entidades asociativas y deportivas y bastantes vecinos, muchos padres de los pequeños que, después, ofrecieron una exhibición multideporte: el club baloncesto Brigantium, el de balonmano OAR y tres grupos de aros, mazas y pelotas de las gimnastas del María Barbeito.
El alcalde, Javier Losada, entró en el nuevo pabellón con un paseíllo por la rampa de acceso repartiendo apretones de mano y besos, a pequeños y mayores. En la puerta informó de que no iría a la huelga - «trabajaré por los coruñeses, como todos los días»- y, acompañado por el concejal de Deportes, Xoán Martínez Cajigal, y por el representante vecinal, descorrió la cortinilla de la placa.
Ya dentro del pabellón, con una pista de 1.600 metros y 300 plazas en graderío, ayer receptoras del eco de los discursos, el alcalde recordó los «momentos difíciles» vividos por el barrio «cuando algunos, los de siempre -dijo-, quisieron alterar la convivencia con mentiras y acusaciones infundadas». Habló también de las dudas de algunos sobre la elección de Novo Mesoiro para vivir y puso la escuela infantil, el centro cívico y el de salud como pruebas de que «habéis acertado». En diez millones cifró Losada la inversión realizada en la zona para mejorar su equipamiento, y recalcó que el pabellón «no es la meta, es una etapa más». Un nuevo parque, «mayor que el de Oza», dijo, un colegio y nuevos accesos son algunos de los proyectos en cartera. «Podemos estar contentos -valoró Daniel Ali, el portavoz vecinal- pero hay que hacer más; ahora, vamos a por la piscina».