Mucho han cambiado las cosas. Hace 365 días una joven de la avenida de Hércules era elegida Miss España en una gala en Cancún. Hoy, que se cumple un año de su coronación, y cuando todavía ostenta el título porque no se celebró el certamen para elegir a su sucesora, Estíbaliz Pereira ya se quitó la corona. «Me dieron una oportunidad -en referencia a la organización del concurso de belleza- y estoy muy agradecida porque sin ellos no hubiese conseguido nada, pero creo que me ha perjudicado el tema de los escándalos que salieron estos últimos meses. No me siento identificada con nada de lo que se ha dicho. Yo solo puedo responder de mis actos», asegura. Percibo que intenta medir sus palabras porque no quiere polémicas innecesarias y prefiere no contar nada que la pueda situar en el primer plano de los programas de cotilleos, pero insiste en desligarse del título de Miss, que ahora parece una carga. «Me merezco un respeto. Me costó mucho llegar hasta aquí y no me identifico con tongos o trampas. El hecho de que haya sido -habla en pasado- Miss España 2009 y que se haya dado la casualidad de que aparecieron los escándalos no quiere decir que yo forme parte de eso. Creo que mi imagen es de una chica discreta y trabajadora», comenta con rotundidad. Cambios vitales. Hace un año era una estudiante que vivía con sus padres y que hacía sus pinitos en las pasarelas y ahora es una joven independiente con un piso en Madrid y que acaba de crear una empresa de la que prefiere no hablar por ahora. «Lo que ha pasado no es un año natural sino una vida. A pesar de todo volvería a repetir, incluso los malos momentos. Eso sí, la Estíbaliz de ahora no se parece en nada a la de hace un año, aunque mantengo la esencia», reflexiona sonriente. Acaba de cumplir 24 años y dice que quiere seguir dedicándose a lo mismo, el mundo de la imagen y la moda, y explotar un poco más su nombre. «Ya no soy miss, soy Estíbaliz Pereira», apunta. Dentro de unas semana se conocerá el nombre de su sucesora y dice que no le importaría entregarle la corona, que ahora parece de espinas. Mundial de tortillas. Si el año pasado la Torre fue la inspiración de quienes se presentaron al ya tradicional concurso de tortillas de Feáns, en esta edición el Mundial fue el tema estrella. Entre los 44 participantes los hubo que elaboraron la bandera española con pimientos, quien reprodujo la copa que levantó Casillas y hasta uno que presentó una tortilla con la forma de España. Nieves Fernández , que incluyó un pulpo Paul sobre la tortilla, Verónica y Andrea , y Alicia Nión se llevaron los premios a la originalidad. El jurado presidido por el alcalde, y en el que figuraban los concejales Carlos González Garcés , Obdulia Taboadela y María Xosé Bravo , eligió la de Delia Rodríguez como la mejor tortilla, por delante de las de Cris Castro y Rosario Canzobre . «No contaba con ganar, me presenté para colaborar con la comisión», comenta sonriente. Lolita Souto se llevó el premio a la tortilla más grande, aunque para pieza de gran tamaño la que elaboró a la vista del público Juan Carlos . «Lleva 150 huevos y 40 kilos de patatas», explica.