El buque de la Armada holandesa «Zeeleeuw» se vio obligado a recalar en el puerto de A Coruña para reparar una avería que le impedía realizar la inmersión
18 jun 2010 . Actualizado a las 14:36 h.«Menos mal que no ocurrió al revés, que el submarino en vez de no poder sumergirse no lograra salir a la superficie». De esta forma se referían varias decenas de curiosos que se acercaron a observar el submarino Zeeleeuw , de la Armada holandesa, cuando se enteraron de que el sumergible había recalado en el puerto de A Coruña para reparar una avería que le impedía bajar a las profundidades marinas.
El problema en los equipos de inmersión del Zeeleeuw se detectó en la mañana del pasado miércoles cuando se encontraba realizando maniobras dirigidas por la OTAN a la altura de la torre de Hércules. Entre otros buques de guerra, configuraban la flotilla otro submarino, el Dolfijn , y una patrullera, la Mercur , también de la Armada de los Países Bajos.
Nada más registrarse la incidencia el sumergible puso proa al puerto de A Coruña y navegó en todo momento escoltado por la Mercur . Ya en la dársena coruñesa quedó atracado en el muelle de Trasatlánticos. Su representante en la ciudad consiguió que llegase hasta este puerto la pieza que había fallado. Y una vez repuesta los dos buques de guerra volvieron a la zona de maniobras.
El sumergible tiene una eslora de 67,5 metros, 8,4 de manga y 6,6 de puntal. Consigue una velocidad de 20 nudos en inmersión y de 13 en superficie.
Se sumerge a 300 metros
Su casco está diseñado en acero elástico, lo que le permite una capacidad de inmersión de hasta una cota de 300 metros. Su tripulación está compuesta por cincuenta hombres.
Los tres buques holandeses volverán a recalar en el puerto coruñés el próximo día 20. Los cien hombres de las dotaciones de los dos sumergibles se hospedarán en hoteles de la ciudad, para de esta forma descansar de las famosas camas calientes de a bordo (nada más levantarse parte de la tripulación ya se acuesta la que se encuentra de guardia).
La marinería de la flotilla holandesa aprovechará la escala en la dársena de A Coruña para avituallarse. También disfrutarán de tiempo libre, por lo que ya tienen concertado el alquiler de varios vehículos, incluidas furgonetas, todos equipados con GPS, para ser ellos mismos los que localicen y circulen por las calles de la ciudad.
Tras el descanso volverán a hacerse al mar, sobre el día 22. Y navegarán de nuevo hacia el puerto de A Coruña el día 25. Sin embargo, en esta ocasión los tripulantes de los submarinos Zeeleeuw y Dolfijn no podrán descansar en hoteles de la ciudad. La celebración de distintos congresos tiene copadas todas las camas de estos establecimientos. Es por esta razón que los marinos de los Países Bajos tendrán que desplazarse a descansar a Ferrol, aunque por lo que comentaron los hombres del Zeeleeuw , vendrán a pasar su tiempo libre a A Coruña.